La «Pulga» tan mansito que parece, tiene su carácter; el ídolo cometió un penal que pude hasta tildarse de dudoso, pero a los 79′, cuando veía que no alcanzaba la pelota, le tiró un planchazo criminal al arquero colchonero Miguel Moyá, que había ganado el balón.
«Calentón resultó el petiso», ya que Messi, presa de la impotencia casi le hace pelo y barba a Moyá, generando la indignación de los defensores madrileños, quienes le exigieron la expulsión a un blando referí que apenas lo sancionó con amarilla.
Sobró fricción en el partido y tarjetas amarillas; el árbitro debió mostrar un par de «coloradas» de movida y evitaba todo tipo de cabildeo y jugadas desleales.
@lostribuneros