Los 21 años revisten una gran carga simbólica en Zambia, puesto que en
este país del África austral, como en otros, son los que establecen la
mayoría de edad. Representan el final de la adolescencia y el comienzo
de la vida adulta, el momento en el que deben asumirse las
responsabilidades y actuar en consecuencia. Y el delantero Patson Daka
sabe bastante de ello.
Este joven Chipolopolo, ariete del Red Bull de Salzburgo y un
auténtico prodigio, encarna todas las esperanzas de un pueblo que
persigue una histórica clasificación para la Copa Mundial de la FIFA™.
Sin embargo, aunque tenga el físico de una persona de 21 años, aspecto
juvenil y una velocidad endiablada, es mucho más maduro de lo que
indica su edad. Y por un buen motivo.
“Nací en Kafue, me crie allí, es una ciudad pequeña de la provincia de
Lusaka. Mi padre era futbolista, así que me enamoré de este deporte de
forma bastante natural: ¡quería ser igual que mi padre! Pasaba todo el
tiempo con él y con un balón”, explica a FIFA.com.
Sin embargo, su progenitor falleció cuando él era todavía un
adolescente. Fue un drama que le hizo madurar y aceleró su progresión
hacia el sueño que albergaba: ser futbolista profesional, como él.
El despegue en Corea
Y su trampolín fue el Mundial Sub-20 de 2017. Justo después de una
Copa Africana de Naciones Sub-20 de la CAF que conquistó y en la que
brilló con luz propia (4 goles), Daka rindió a un grandísimo nivel en
la cita mundialista celebrada en Corea del Sur. Aportó dos goles y dos
asistencias a la trayectoria del conjunto que alcanzó entonces los
cuartos de final, la primera vez que una selección zambiana lo lograba
en un certamen de la FIFA.
“Cuando pienso en aquel torneo, tengo sentimientos encontrados”,
explica. “Todavía no he asimilado bien la derrota que sufrimos en
cuartos de final [3-2] contra Italia, cuando teníamos el partido bajo
control. Pero aprendí mucho, sobre todo que la clave para llegar lejos
en ese tipo de torneos está en el trabajo colectivo. Y la disciplina y
la mentalidad, que también son elementos esenciales”.
De Zambia a Austria
Y una vez aprendidas esas lecciones, Daka dijo adiós a Zambia y al
Kafue Celtic FC para recalar en el Red Bull de Salzburgo austriaco.
Pasó una temporada cedido en el Liefering y regresó a Salzburgo en
2018, ya para consolidarse. “No ha sido todo un camino de rosas, si he
llegado hasta aquí es sobre todo gracias a mis seres queridos, que me
han apoyado siempre”, analiza. “Pero si ahora puedo servir de
inspiración para otra gente, especialmente en Zambia, y ayudar a que
crean en sí mismos y en su sueño, sea cual sea su origen o su
situación social, ¡seré el hombre más feliz del mundo!”.
Daka es un modelo de éxito. De éxito ante la meta contraria, más
concretamente. Fue segundo de la clasificación de goleadores de la
temporada 2019/20, con 24 dianas, y actualmente comparte la cabeza de
la tabla de artilleros de la campaña 2020/21, con tres realizaciones.
“Cada gol es diferente, las emociones que deparan nunca son
exactamente las mismas. Aun así, tienen algo en común: todos generan
una sensación positiva, es una gran alegría que resulta difícil
describir con palabras”.
¿Sabías que…?
Daka fue el primer futbolista zambiano en marcar en la Liga de
Campeones de la UEFA (en noviembre de 2019).
Con su doblete al Maccabi Tel Aviv, Daka ha clasificado al Salzburgo a
la fase final de la Champions 2020/21.
Debutó como internacional con Zambia a los 16 años: “¡Fue el mayor
orgullo de mi vida!”, confiesa.
Esa eficacia, olfato de gol, rapidez de ejecución y precocidad son, en
cualquier caso, algo muy poco común en el mundo del fútbol. No
obstante, en el Salzburgo se trata de atributos que recuerdan
ciertamente a alguien: a Erling Haaland. “Las comparaciones son parte
del fútbol, así que estoy acostumbrado”, admite. “Además de un gran
futbolista, Haaland es amigo mío, y aunque se haya ido al Dortmund
sigo estando en contacto con él”.
¿Una generación como la de 2012?
En Zambia suele compararse más a las generaciones, y la de Patson
Daka, Enock Mwepu, Fashion Sakala y compañía es considerada una
hornada como muy pocas. Pese a todo, la referencia es la de 2012,
encabezada por Christopher Katongo, que se adjudicó la CAN. “Yo tenía
14 años cuando lograron aquella gesta. Recuerdo que salí a la calle
con los amigos para celebrarlo, fue un momento histórico para nuestra
nación”, cuenta Daka. “Es un recuerdo muy lindo, un acontecimiento que
demostró lo mucho que podía estar unida la nación en momentos así,
unida como el equipo que la representaba”.
Los Chipolopolos de 2012 pusieron el listón muy alto, aunque los de
2022 podrían alcanzarlo. “Si tengo que elegir entre ganar la CAN y
participar en un Mundial, ¡me quedo con lo segundo! El país lleva
muchísimo tiempo soñando con eso, ¡sería fantástico poder hacerlo
realidad!”. Zambia debe medirse con Túnez, Mauritania y Guinea
Ecuatorial en el Grupo B de la competición preliminar de la zona
africana para Catar 2022.
“Estoy convencido de que tenemos todas las cualidades necesarias para
conseguirlo”, concluye. Ahora, solo resta plasmarlo».
Fuente: FIFA
Diego Martín Yamus.
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@lostribuneros