El zaguero uruguayo José Giménez le hizo sentir algo más que el «rigor» de su marcación al brasileño Neymar y le dejó un «agujerito» de souvenir.
Giménez confundió lo bizarro con lo violento y por poco no fracturó al crack brasileño Neymar. El «botija» a los 17′ impidió que jugador del Barcelona saque un disparo, sin ningún tipo de pudor.
Una gran mancha de sangre se pudo ver a través de la media a la altura del tobillo. El árbitro Undiano ni siquiera amarilla le mostró al jugador del «Aleti», ni siquiera marcó la falta.
Neymar, en una muestra de rebeldía, en lugar de pedir el cambio, se recuperó y volvió al campo de juego, donde demostró su clase y se alzaron con el triunfo por 3-1.
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