Los aurinergros se impusieron en el clásico del Ruhr por 3-2, válido por la Bundesliga. Tuvieron todo para golear. Terminaron pidiendo la hora. Siguen detrás del líder Bayern Munich.
Borussia Dortmund ganó uno de los clásicos más importantes del fútbol alemán, por la jornada 12 de la Bundesliga por un 3-2, que bien pudo haber sido un 7-1.
El BVB arrancó con todo en un Signal-Iduna Park repleto. Arengado por su bullanguera hinchada, el equipo logró romper el cero gracias a un cabezazo notable del japonés Kagawa a los 29’. El jugador de la selección “samurái”, cabeceó hacia abajo, dejando sin asunto al arquero del Schalke.
Mientras la hinchada deliraba en las graderías, apenas 3’ después, el neerlandés Huntelaar marcaba el inesperado gol del empate.
Dortmund se serenó y comenzó a entrarle a un equipo que defendía bien, pero que fallaba en el juego aéreo, por eso, a los 43’, Ginter conectó con la cabeza al balón y lo mandó al fondo de las piolas.
Ni bien se repuso el juego tras el descanso, Aubameyang ponía el 3-1. Ese resultado le dio todo el ánimo al BVB que estaba para golear a un Schalke que estaba de rodillas; Ralf Fahrmann, arquero del conjunto visitante, sacó brazos extra para desviar cada balón de gol que llegó a su arco.
Los locales no lapidaban, la visita recuperó la autoestima gracias a los movimientos de banco y tácticos de su entrenador. Otra vez, el neerlandés Huntelaar volvía a marcar, dejando las cosas 3-2.
Este tanto cambió radicalmente el partido, ya que el Schalke vio que podía, mientras que los adversarios comenzaron a cargar con la culpa por no haber liquidado. Finalmente, Dortmund se quedó con el triunfo por 3-2.
Bayern Munich, que goleó al Stuttgart 4-0 en el Allianz Arena, mira a todos de arriba con 34 puntos, cinco más que el Dortmund.
@lostribuneros