¡Explotó la Bomba, Cabezón! Pagani lo Cruzó de Eje: «Ruggeri es el Traidor más Grande»

¡Acá hay material del bueno! Horacio Pagani, el hombre que no le teme a ninguna térmica, tiró la frase del año en el fútbol argentino y el «Cabezón» Oscar Ruggeri quedó envuelto en una piña mediática de aquellas. El periodista de la lapicera afilada no perdona y lo hizo volar por los aires:

«Ruggeri es el traidor más grande. Se puede cambiar de mujer, pero no de club.”

¡Zas! Directo al mentón. En el programa «La Motosierra de Toti» (¡nombre ideal para esta carnicería!), Pagani desempolvó la vieja herida Xeneize: el histórico pase de Ruggeri de Boca a River en los ’80 y su actual fanatismo por la Banda.

 

🐍 La Víbora que Cambió de Piel

 

Para Pagani, el exdefensor cruzó la línea de cal que ningún jugador puede cruzar. El argumento es contundente y bien tribunero: vos debutaste en Boca diciendo que era la emoción de tu vida, tu familia era de Boca, ¡y terminaste besando el escudo de River y gritando goles como un hincha más!

¿El detalle que lo vuelve épico? El periodismo y las redes sociales se agarraron del gancho de Pagani como si fuera un salvavidas. La frase “Se puede cambiar de mujer, pero no de club” ya es TT y se repite más que un gol de chilena.

  • Los Bosteros, de fiesta: Los hinchas de Boca revivieron la épica de la traición y ovacionaron a Pagani por poner en palabras lo que sienten desde hace décadas. ¡El «Cabezón» nunca será perdonado en la Ribera!

  • Los de River, a la carga: Los Millonarios se lo tomaron a la risa, con el viejo refrán de: «Te duele, me encanta». Les importa un pito el pasado, Ruggeri fue campeón de América y del mundo con la Banda. ¡El pase es una anécdota gloriosa!

  • La Comparación Audaz: Como siempre, aparecen los ejemplos cruzados: «Y Maradona era de Independiente y terminó siendo la bandera de Boca», o «Bianchi es un caso similar». ¡La memoria futbolera es corta y selectiva!

Ruggeri, hasta ahora, mantuvo el silencio del campeón ante la cámara, defendiendo su currículum: «Fui todo en Boca y todo en River». Pero que no se confunda, Cabezón: para Pagani y una porción enorme del fútbol argentino, cruzar la General Paz con la camiseta puesta es un pecado capital que no se borra ni con un Balón de Oro.