El defensor chileno que tuvo un desgraciado accidente vial en marzo de 2015, sigue remando por su recuperación. Deportes Temuco y el fútbol de Chile no lo olvida.
Es tremendo por lo que está pasando Pablo Otárola y su familia. El zaguero iba a visitar a unos parientes desde la cordillerana ciudad de Temuco a la costera Concepción, distante a 300 km, cuando una accidente de tránsito le cambió la vida. El futbolista estuvo al borde de la muerte, algo que tuvo en vilo a todo el fútbol del país trasandino, pero las ganas de vivir de éste le permitieron seguir entre nosotros.
Otárola movilizó al fútbol chileno, y sigue movilizándolo, ya que no es nada barata su recuperación, debido a que la realiza en su hogar. Hace un tiempo se hizo un espectáculo benéfico en el cual participaron deportistas de élite, logrando reunir un dinero suficiente para ayudarlo.
De acuerdo a declaraciones de Jacqueline, su hermana, a La Tercera, el jugador se recupera lentamente y «presenta signos de movilidad y entiende todo lo que sucede a su alrededor aunque, lamentablemente, no puede hablar».
Ahora, están tratando de obtener una pensión por invalidez. El gran Marcelo Salas le donó una máquina de aspiración y un ventilómetro para que tenga mejores condiciones de vida.
Kinesiólogos van y vienen durante todos los días, trabajando duro para que Otárola salga adelante.
“Muchos compañeros y amigos de Pablo se contactan con nosotros para ayudar. Pero siempre falta, porque los costos son altos y las fuentes de ingreso se agotan”, sostiene Jacqueline.
Periodistas y allegados no se quedan de brazos cruzados y luchan para que Chile no lo olvide, reuniendo fondos para que Otárola salga de este mal trance.
Fuente: Redacción/La Tercera
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