Será un domingo a la tarde, el sinónimo de una jornada de fútbol. Será por el Torneo Transición de este agitado primer semestre de 2016. Será en el Gigante de Arroyito, donde Rosario Central tendrá el calor de su gente. Será el capítulo 166 de una historia de 77 años y de 111 desde aquel primer choque. El canalla y Newell´s Old Boys reeditarán el clásico más antiguo del interior de la Argentina, un partido tan importante como sus diferentes necesidades, que sin embargo se igualan al momento de que la pelota ruede en la populosa ciudad santafesina.
Sin duda que el Central de Eduardo Coudet llega mucho mejor que su archirrival, no sólo por actualidad tras su gran 2015 y su buen presente, sino en el historial, que lo favorece por 49 a 42 y en el que está invicto desde hace 8 encuentros. La reaparición del goleador Marco Ruben será la nota de la alineación del local, que no pierde el clásico desde 2008 (Apertura, fecha 13, 0-1) y ante su público desde el Clausura 2008, cuando por la fecha 9 cayó también por la mínima. El canalla trae un gran momento como animador de este torneo y con la mira en la Copa Libertadores, motivaciones muy superiores a las de los alicaídos rojinegros, decimosextos en el anterior campeonato, eliminados rápidamente por Lanús en la Liguilla PreSudamericana y con un equipo que intenta rearmarse a duras penas tras varias bajas. Además, su entrenador y ex emblema Lucas Bernardi tiene su continuidad en duda por los magros resultados de los últimos tiempos, como la derrota del debut ante San Martín en San Juan. Por eso podría presentar un esquema con cinco defensores y hasta el lujo de prescindir de su goleador Ignacio Scocco.
Así canallas y leprosos seguirán escribiendo su rica historia, la que empezó un 18 de junio, primero en 1905 con el primer enfrentamiento por el amateurismo que Newell´s ganó 1 a 0 y luego en 1939, año en que ambos se incorporaron a los campeonatos de la AFA tras militar en la Liga Rosarina.
Aquel primer clásico profesional fue empate a uno en el Parque Independencia, como el de la revancha en Arroyito. Al año siguiente llegaron las primeras victorias, curiosamente cada uno en la cancha del otro. Más tarde, en 1941, la mayor goleada a cargo de los rojinegros por 5 a 0, los triunfos auriazules en las semifinales del Nacional 1971 (1 a 0, con la palomita de Aldo Poy) y del Nacional 1980 por 3- a 0, el zurdazo de Mario Zanabria para el 2-2 de 1974 que significó el primer título para Newell´s, el 4-3 del superequipo de Marcelo Bielsa en 1990, la mayor diferencia centralista en 1997 por 4-0, la victoria 2-0 que en 2002 cortó 22 años sin poder ganar en cancha de Newell´s, la que por 1-0 sirvió para eliminar al del Parque en la Copa Sudamericana 2005, la del Torneo Final 2013 2-1 frenando a su enemigo que venía perfilado para el título o el 1-0 como visitante de la fecha 18 del año pasado, con gol de Marco Ruben. También, claro, la del 2008 cuando por el Apertura Newell´s ganaba su hasta hoy último clásico.
La historia de goles, emociones, grandes futbolistas (Bauza, Santamaría, Kempes, Obberti, sólo por citar algunos) y, lamentablemente, la de una rivalidad tan pasional que trasciende los límites del fútbol y entra en la violencia, siendo uno de los derbys más enconados de la Argentina. Justamente, más de mil policías brindarán seguridad al partido de mañana, y hasta la intendenta Mónica Fein realizó un acto en el histórico Monumento a la Bandera con niños y presidentes de los dos clubes; Incluso las radios difundieron un comunicado municipal que advierte que en caso de un problema en un transporte público el mismo se detendrá inmediatamente. Que la habitual encendida pasión de los rosarinos por el deporte más popular quede en el contexto deportivo. Y que sea así, otro domingo de Newell´s y de Central.
Diego Martín Yamus
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