Nueva derrota de Rangers; peor racha en 47 años

La frustración se apoderó del Ibrox Stadium, donde Rangers cayó 0-2 ante Hearts en un partido que expuso las profundas crisis que aquejan al club de Glasgow. El doblete de Lawrence Shankland selló la victoria para Hearts, que no ganaba en Ibrox por liga desde 2014, mientras que Rangers sumó su quinto partido consecutivo sin conocer la victoria, hundiéndose en el décimo puesto de la Premiership.


El desastre en el campo

El partido comenzó con un golpe inmediato de Shankland, quien a los pocos minutos puso el 0-1, silenciando a la afición local. Los nervios y la ansiedad eran palpables. La situación empeoró en el segundo tiempo. Aunque Rangers creyó haber empatado con un gol del recién llegado Derek Cornelius, el VAR lo anuló por una supuesta falta sobre el portero de Hearts, Schwolow, una decisión que muchos consideraron dudosa y que avivó la ira de los hinchas.

El clavo final en el ataúd lo puso, de nuevo, Shankland. Pese a fallar un penal, el delantero fue rápido y hábil para rematar el rebote, sellando el 0-2 y consolidando una victoria histórica para Hearts.


La presión de la hinchada

El ambiente en Ibrox fue descrito como «tóxico» por el propio técnico de Rangers, Russell Martin. En una de las declaraciones más crudas de la noche, Martin admitió que sus jugadores estaban «asustados» por la atmósfera de presión, que les impedía replicar en el campo el rendimiento que muestran en los entrenamientos. Los abucheos y cánticos exigiendo su renuncia, como el “You’re getting sacked in the morning” (Serás despedido por la mañana), resonaron en todo el estadio.

A pesar de la presión, Martin se mantuvo firme y se negó a renunciar. «Entiendo la frustración, los fans tienen su opinión, y hay ansiedad en el equipo», declaró, sin dejar dudas de su intención de seguir al mando del equipo.


La felicidad de los ganadores y las consecuencias

Mientras Rangers se sumerge en su peor inicio de liga en décadas, los Hearts celebran. Su técnico, Derek McInnes, destacó la «solidez defensiva» y el «carácter» de su equipo, que supo aprovechar las debilidades del rival para escalar posiciones en la tabla.

La derrota no solo es un duro golpe para Rangers, sino que también subraya problemas que van más allá de lo táctico, como la gestión del vestuario y la incapacidad de los jugadores para manejar la presión de una de las aficiones más exigentes del fútbol. La continuidad de Russell Martin está en duda, pero por ahora, el club parece aguantar la presión de una afición que exige un cambio inmediato.

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