Fermín López celebrando con sus compañeros del FC Barcelona durante el partido de Champions League contra el Olympiacos
Fermín López festeja con el Barcelona en la victoria 6-1 ante Olympiacos en Champions League

Noche goles, caos, VAR y un Fermín que con su Barcelona que atropellan a los griegos

El Estadio Olímpico Lluís Companys vivió este martes una de esas noches europeas que reconcilian a la afición. El FC Barcelona, necesitado de una alegría en Champions tras un arranque dubitativo, despertó con furia y aplastó 6-1 al Olympiacos. Fue un festín de fútbol ofensivo dirigido por un protagonista inesperado: Fermín López.

Sin embargo, la goleada tuvo tanta salsa en el marcador como en las decisiones arbitrales, que acabaron desquiciando al conjunto griego.

Fermín, el Hat-Trick de un «Falso Todo»

Hansi Flick, acosado por las bajas (Lewandowski, Gavi, Olmo…), tiró de cantera y confianza. Y vaya si le respondieron. Desde el minuto 1, se vio a un Barça vertical, intenso, con esa presión alta «made in Germany» que el técnico busca implantar.

El hombre de la noche fue Fermín López. Actuando teóricamente como mediapunta, fue un llegador incansable. Abrió la lata en el minuto 7, repitió justo antes del descanso (39′) y completó su triplete soñado en el 76′. No fue un mediapunta clásico; fue un dolor de cabeza constante, rompiendo líneas y apareciendo donde más duele.

A la fiesta se unió el nuevo tridente de la necesidad: Lamine Yamal, de penal (68′), y un Marcus Rashford que firmó un doblete exprés (74′ y 79′) para cerrar la cuenta. El Barça de Flick demostró que tiene pólvora de sobra.

El Minuto de Locura: Gol, Anulación y Penal

El partido, sin embargo, se rompió en el segundo tiempo, y no solo por los goles. El árbitro suizo Urs Schnyder y la sala VOR se convirtieron en protagonistas absolutos.

En el minuto 51, Olympiacos celebró. El Kaabi marcaba el 2-1. Pero el VAR llamó a Schnyder. La revisión fue surrealista: el gol se anuló, pero porque en la jugada previa al remate, Éric García había tocado el balón con la mano. ¿Resultado? Gol anulado… ¡y penal para Olympiacos! Una decisión reglamentaria, pero que dejó a todos perplejos. El Kaabi no falló desde los once metros (54′) y puso un 2-1 momentáneo.

La Expulsión que Encendió a Mendilibar

Si eso fue confuso, lo del minuto 57 fue dinamita pura. El argentino Santiago Hezze vio la segunda amarilla tras un leve contacto con Marc Casadó. El canterano culé, con picardía, exageró el golpe en el rostro. Schnyder picó el anzuelo y expulsó a Hezze.

El VAR, para frustración griega, no podía intervenir (no se revisan segundas amarillas). José Luis Mendilibar, técnico del Olympiacos, estalló en la banda. Con diez hombres, el partido se acabó para los visitantes.

Para rematar la faena arbitral, el colegiado señaló un penal muy dudoso de Tzolakis sobre Rashford, que el VAR confirmó por «contacto suficiente». Yamal marcó el 4-1 y el Olympiacos bajó los brazos, sintiéndose víctima de un «vendaval arbitral».

Oxígeno Puro para Flick

Más allá del caos, la victoria es oro puro para el Barça. Tácticamente, el 4-2-3-1 de Flick funcionó: Casadó dio equilibrio, Pedri organizó y los tres de arriba (Yamal, Fermín y Rashford) destrozaron con velocidad.

Con esta goleada, el Barcelona escala al 9.º puesto de la nueva fase liga de la Champions, metiéndose de lleno en la zona de play-offs para octavos. El Olympiacos, en cambio, se hunde en el puesto 32, virtualmente eliminado.

En resumen, Montjuïc celebró una exhibición ofensiva, descubrió a un Fermín López en estado de gracia y fue testigo de cómo el fútbol moderno y el VAR pueden convertir un partido en un thriller caótico.

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