La goleada recibida en el Camp Nou no fue accidental ni circunstancial. Era imposible que este Barcelona pudiera dar vuelta el 1-4 en París. Este parco equipo nada que ver tiene como aquel Barça de las épocas doradas de Iniesta y con «Pep» Guadiola moviendo los hilos.
En octavos de final de la Champions League quedó por el camino el Barcelona al terminar 1-1 con PSG, dirigido por Mauricio Pochettino.
Mbappé abrió el marcador en el minuto 30, de tiro penal, y le tiró las pocas pretensiones que tenía a un culé que precisa dar una vuelta de hoja.
Sin embargo Lionel Messi, siete minutos después igualó y antes del descanso pudo haber avivado las chances de una remontada si es que anotaba de penal, pero finalmente lo malogró.
Vale remarcar que el arquero costarricense Keylor Navas tuvo una tarde excepcional con dos parada claves cuando aún iban sin goles y luego el penal atajado a Messi. Barcelona fue pura actitud pero se precisan de más elementos para dar vuelta una serie.
En la otra llave de octavos de final el Liverpool venció por 2-0 al Leipzig, en Anfield y se metió en cuartos.
@lostribuneros