Los de Anfield llegaban de medio oriente con el título de campeón del mundo. El sábado encararon un durísimo partido ante el Flamengo, en Qatar exactamente, y debieron bregar durante 120 minutos para alzarse con el título, el primero de su historia.
Con todo ese bagaje llegó Liverpool al King Power el jueves para jugar por la jornada 19 de la Premier League ante un rival tan tremendo como impredecible como Leicester City.
Se sabía que iba a ser un juego duro. Los zorros son sus escoltas y nada iban a regalar, menos de local y mucho menos un «Boxing Day», o Día de la Caja de Regalo.
Sin embargo, los Rojos vienen con las garras afiladas y mucha potencia, garra, clase y calidad, le buscaron la vuelta a la defensa local, hasta comenzar a filtrar balones para adentro del arco defendido por Kasper Schmeichel.
Primero fue Roberto Firmino en el minuto 31 tras asistencia de Alexander-Arnold. Mohamed Salah corría y llevaba marcas, desgastaba el egipcio, del otro lado Vardy y compañía probaban la calidad del excelente arquero Alisson, y así acabó la primera parte.
En el complemento, a fuego lento comenzó a cocinar la oncena de Jürgen Klopp. Origi entró por Salah y un minuto después aumentaron cifras mediante un Millner que llevaba también un minuto en la cancha. Su gol fue de tiro penal.
El fútbol inglés tiene a uno de los mejores laterales de Europa, ese hombre se llama Trent Alexander-Arnold, quien tuvo su recompensa en el minuto 78′, antes, el gran Roberto Firmino sellaba su doblete y acabaron goleando por 0-4.
La victoria deja al 13 puntos por encima al Liverpool, pero, de ganar este viernes, Manchester City podría achicar a diez unidades la ventaja.
Liverpool no deberá relajarse. De seguir así, no hay dudas de que ganará su primera Premier League de la historia.
Los Reds acumulan 18 victorias, un empate y van invictos. 46 veces balancearon la red, y Alisson la fue a buscar en 14 oportunidades.
@lostribuneros
