La Bombonera fue testigo de emociones encontradas cuando Agustín Almendra, producto genuino de la cantera xeneize, pisó el césped nuevamente. Sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas para él. En su nueva piel de futbolista de Racing, enfrentó una ola de insultos provenientes de la hinchada de su exequipo. El partido, válido por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores, culminó con un empate sin goles que dejó a todos con ansias de más.
La entrada de Almendra al campo en la segunda mitad, reemplazando a Nicolás Oroz, fue como un chispazo en medio de la tensión. Pero no todo comenzó ahí: semanas antes, el jugador ya había hecho ruido al protagonizar un cruce con su excompañero El Pipa Benedetto. Aunque detrás de toda la controversia y los murmullos yacía una historia compleja. Almendra, con ofertas tentadoras del extranjero en la mano, había comunicado a la directiva de Boca Juniors su decisión de no renovar su contrato. Una elección que, aunque comprensible para algunos, terminó con Almendra vistiendo los colores de Racing, un club rival. Para la afición de Boca, esto resonó como una verdadera traición.
En un escenario donde los sentimientos se mezclan entre pasión y traición, Almendra sigue dejando su huella en el mundo del fútbol argentino. La vuelta promete ser aún más intensa, ¿qué nos tendrán preparado?