Decepcionante sería ver un clásico uruguayo que termine con muchos goles adornados por obras de arte de habilidosos delanteros. Impensado y hasta horrible sería creer en un partido con la pelota al piso, bien tratada, bien tocada, con buen juego y sin amonestados. No señor, eso sería una pesadilla.
Cualquier ser futbolero que se jacte de serlo sabe de antemano que este espectáculo va a ser similar a una batalla como aquellas que nos cuentan los libros de historia.
El fútbol uruguayo se destaca por su garra y amor propio. Pierna firme, nervio, tensión, y si se levanta la patita y los coditos un poquito más de los límites: mejor.
Este tipo de partidos como, en especial un Peñarol – Nacional, se juega con el alma y el corazón, donde se sabe de antemano que el esférico debe introducirse dentro del arco rival. ¿La estrategia? A quién le importa. Lo interesante es que entre en mayor cantidad que en el arco propio.
Uruguay es corazón, pasión, amor propio. Hacete la cabeza de que van a haber muchas tarjetas amarillas, y que si terminan los 22 en la cancha, sería una suerte de hecho rayando a lo inédito. Si querés ver fútbol lírico acá te pasamos un enlace, ahora si querés ver acción acá va otro.
El partido entre Nacional y Peñarol será televisado para Argentina el domingo a las 15 horas por TyC Sports.
@lostribuneros