Nacional de Curitiba no es de los clubes conocidos, como Atlético Paranaense, Coritiba o Paraná Club, pero el equipo es quien alimenta a los monstruos del fútbol brasileño.
Se parecen a Nacional de Montevideo, pero nada que ver con el «Bolso» tienen los brasileños; la institución del barrio Boqueirâo de Curitiba, es fuerte en las formativas y su metodología de entrenamiento es de lo más entretenido y eficaz.
En Brasil entrenar puede llegar a ser muy divertido porque los jugadores lo hacen con la pelota desde el principio al fin.
La gimnasia se mezcla con entretenidos e ingeniosos juegos con el balón, logrando, no solo que el pequeño genere los mejores fundamentos, sino que también, un buen estado físico que les beneficia a su crecimiento.
«Coordinación» es la palabra clave para los niños que comienzan, luego de ello «deben aprender a utilizar su pie, para posteriormente, aprender a sacar sus primeros remotos» explicaba Alemâo, entrenador de las infantiles.
Los chicos entrenan juntos en algunos casos, pero los diferenciamos por pelotas de colores que distinguen las categorías.
«Empleamos varias técnicas para clavarla en el ángulo» nos contó el técnico sobre algunos «truquitos» empleados para que los pibes le peguen a la pelota como hacían los cracks de décadas pasadas.
Nacional no tendrá el poderío económico de los grandes clubes de Brasil, ni la grandeza de Nacional de Montevideo, pero tiene su orgullo, y cada título obtenido se festeja como si fuese la Copa Libertadores de América.
@lostribuneros