Clavijo fue uno de los jugadores más emblemáticos de la historia del fútbol de Estados Unidos, dejó de existir el pasado 8 de febrero.
Fernando Clavijo, hombre que disputó un mundial siendo veterano y jugador de fútbol indoor, era víctima de un cáncer. Tenía 63 años.
El mediocampista defensivo no era un simple jugador norteamericano, sino que se trataba de un típico charrúa. Dotado de un temperamento traído desde su tierra natal, Maldonado, se ganó un lugar en el conjunto que disputó la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994.
Bora Milutinovic lo había convocado y lo puso en la cancha en tres partidos. Clavijo, nacido el 23 de enero de 1956, disputó una Copa América, la de Ecuador 1993.
Ganó la «Copa de Oro de la Concacaf», 1991; salió tercero en la «Copa Rey Fahad», 1992 (luego Copa de las Confederaciones); subcampeón de la «Copa de Oro de la Concacaf», 1993
En Uruguay jugó hasta 1978 en Atenas de San Carlos, que hoy juega en la segunda división AUF, y deambuló por clubes del interior. Emigró en 1978 al país del norte y jugó en varios clubes de la naciente liga profesional, previa a la MLS.
Luego fue ayudante técnico de Milutinovic, donde pasó por la selección de Haití y Nigeria, entre otros. Últimamente, se desempeñaba como gerente deportivo del FC Dallas.
Para la Copa América de 1993, de Ecuador, llamó la atención de los periodistas brasileños por su gusto por el asado; fue pescado in fraganti pro la prensa en el estadio Centenario de Montevideo, alentando a la selección uruguaya en un partido de Eliminatorias previas al «USA ’94».
@lostribuneros