El fútbol argentino lo llora. El «Loco» René Houseman pasó a la inmortalidad el jueves 22 de marzo de 2018 tras dejar de existir, víctima de un cáncer. Tenía 64 años. Fue campeón del Mundial de 1978 con la Selección. Además, ganó la Copa Libertadores de América en 1984 con Independiente.
Houseman era oriundo de La Banda, provincia de Santiago del Estero, y había llegado al mundo un 19 de julio de 1953. Se trataba de un extraordinario puntero derecho que nació futbolísticamente en el club del cual era hincha: Excursionistas, pero, paradójicamente, debutó en la primera división del rival de todas las horas Defensores de Belgrano, debido a que no tenía lugar en la institución de sus amores.
Tras su debut, con apenas 18 años, le llegó una oportunidad que le cambió la vida; César Luis Menotti había firmado con Huracán, y decidió reclutarlo. Tras su incorporación, Houseman, comenzaría a escribir libros llenos de gloria. Ese mismo año, logró el primer y único título que poseen los quemeros, el de campeón del fútbol argentino.
Pasó por la selección argentina, donde tuvo la oportunidad de jugar su primer Mundial, en Alemania 1974, pero su equipo pasó sin pena ni gloria, pero él anotó un soberbio golazo; en 1978, todo cambió, y allí levantó el primer título mundial para la celeste y blanca.
Luego de Huracán, pasó por River Plate, el Colo Colo de Chile, y hasta jugó en el Amazulu de lo que hoy es la PSL (Premier Soccer League) de Sudáfrica. En 1984, ya con mucho fogueo, pasó a jugar en Independiente, donde duró tres partidos, y formó parte del conjunto que ganara la séptima y hasta ahora última Libertadores del «Rojo».
Se retiró en 1985 jugando en el club de sus amores: Excursionistas.
Marcó en total 142 goles en 409 partidos. Fue campeón de Primera C con Defensores de Belgrano, del Metropolitano con Huracán y la Copa Chile con el Colo Colo.
Tras colgar los botines, el «Loco» tuvo muchas dificultades con el alcohol, y eso le aparejó muchos problemas. El club Huracán, donde dejó su huella, decidió adoptarlo y estuvo vinculado al Globo hasta sus últimos momentos. Un cáncer de lengua acabó con su vida.
@lostribuneros