Ubicado entre Asia Oriental y Asia Central, entre Rusia y China, Mongolia es el decimonoveno país más grande del mundo con más de 1 566 000 kilómetros cuadrados, conformados en buena parte por estepas y montañas. Y su historia de dinastías, imperios, reyes, invasiones y luchas por la independencia es tan extensa como su territorio. Pero el fútbol, que recién a fines de los 90 empezó a tomar vuelo, es uno de los más modestos del continente, como que su selección representa una de las cenicientas en las competencias internacionales.
Paradójicamente, el primer partido de los “Lobos Azules” fue en 1942, cuando en Manchuria, antigua región colonizadora, cayó en un amistoso con Japón 3 a 2. Cuatro años después, en 1946, se conoce del primer certamen local, en el marco de las Espartaquiadas, competencia multideportiva de esos tiempos, cuya edición inaugural fue para el Hilchin. Desde 1955 se disputó un campeonato nacional jugado por combinados provinciales y entidades como fuerzas armadas o policía, siendo el Soyol el primer monarca. Curiosamente fue más tarde, en 1959, que fue fundada la Mongolia Football Federation, quien desde entonces tiene a su cargo la organización de la Liga y la Copa mongola, así como lo referente a las selecciones mayor, Sub 20 y Sub 17. En 1996 el campeonato existente fue reemplazado por una liga semiprofesional, la Mongolia Football Federation League, actual Khurkhree National Premier League, de la que el Erchim fue el primer rey y ha sido con 9 títulos el más ganador, pudiendo así inbresar a la ronda preliminar de la AFC Champions League.
Pero fue recién a fines del siglo anterior que el nombre de Mongolia apareció realmente en el mapa mundial. En 1998 se afilió a la Confederación Asiática (AFC) y a la FIFA, registrando su peor marcador en diciembre en un amistoso con Uzbekistán, que lo venció 15 a 0. En 2000 tomó parte en su primera competencia internacional, la eliminatoria para la Copa de Naciones del Líbano, cuando en abril jugó un minitorneo en Corea del Sur y perdió sus tres encuentros ante el local, Myanmar (Birmania) y Laos. La misma suerte corrió casi un año después, en febrero de 2001, en su primera clasificatoria mundialista, para Corea del Sur y Japón, cuando en Arabia Saudita perdió cinco de sus seis partidos, empatando al menos el último sobre la hora 2-2 con Bangladesh. Peor le fue en las siguientes fases previas a la Copa del Mundo. Para Alemania 2006 jugó su primer encuentro en su capital Ulan-Baatar siendo derrotado por Maldivas 1-0, quien en la revancha lo goleó 12- 0. Para Sudáfrica 2010 Corea del Norte, luego clasificado, lo arrasó 4-1 de visitante y 5-1 de local. En 2011 mejoró un poco al conseguir su primer triunfo mundialista, el 29 de junio en Ulan-Baatar por 1 a 0 sobre Myanmar, pero cayó 2-0 en la revancha y se bajó. Y en la actual eliminatoria también dijo adiós rápido, al perder con Timor Oriental 1-4 y 0-1.
Su mejor resultado lo logró el 25 de abril de 2004, cuando goleó 5 a 0 a Guam por la previa de la Copa de Naciones de China, en el marco de un grupo que también integró Bután, con quien igualó 0-0 y por un solo gol de diferencia no pudo avanzar a la siguiente ronda. Esa ocasión en suelo butanés los tantos fueron de Batyalat, Tuksbayer por tres y Lumbengarav Donorov, su goleador histórico y el de más presencias con la camiseta azul. Luego ya registró pobres marcadores en la competencia continental y sólo jugó algunas ediciones de la ya desaparecida AFC Challenge Cup, donde consiguió algunas victorias pero sin poder pasar de fase alguna vez. Situado en el puesto 203 de la clasificación FIFA-Coca Cola, Mongolia es local en el Estadio Nacional de Ulan-Baatar, construido en 1958 y remodelado en 2006, por lo que el torneo doméstico debió acortarse. Actualmente está marginado del Mundial y de la próxima Copa de la AFC, así que el país del gran Gengis Kan, el fundador del imperio mongol, deberá esperar ahora un tiempo más para ser en el fútbol tan gigante como su territorio y su historia.
Diego Martín Yamus.
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