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Es fácil hablar con el ‘diario del lunes’. Sin embargo, muchas cosas se notaban. Otras se veían. El hecho es que en Portugal las cosas no venían nada bien en el fuero íntimo. Fernando Santos, entrenador de los lusos, venía de choque en choque con el astro Cristiano Ronaldo a quien mandó, sin ningún temor, a comer banco.
La comida de banco de CR7 se sintió casi como una humillación para el mayor goleador de todos los tiempos. El hombre que no para de romper récords a sus 37 años, que parece tener cuerda para rato, se mostró fastidioso al igual que sus millones de seguidores. Qué pasó entre ellos es toda una incógnita. Lo cierto es que el ingreso de Gonzalo Ramos en el partido ante Suiza, donde se mandó un triplete, elevó la tensión en el vestuario a niveles astronómicos.
Portugal que venía de mandarse media docena de goles ante los helvéticos llegó lleno de bríos con la idea de dejar por el camino a un Marruecos que jamás había llegado a una semifinal, ni ningún otro equipo de la confederación africana (CAF).
«Dejar a Cristiano Ronaldo en el banco ha sido un error, esta derrota es del entrenador», expresó uno de los ídolos de otrora Luis Figo, que fue tajante con Fernando Santos.
Sin dudas que Ronaldo es el emblema de la selección, es el ídolo, el hombre a seguir, y verlo sentado en el banco de suplentes siendo reemplazado por un jovencito que lo tiene, justamente, a él como ídolo ha conspirado contra la oncena lusitana.
Portugal fue víctima de sus pecados también. El hecho de especular contra Corea del Sur para eliminar a Uruguay a quien le faltó un gol para pasar de ronda, el subestimar a los marroquíes ha costado carísimo.
Vencieron a Ghana pasando de la holgura a terminar pidiendo la hora. 3-0 se imponían hasta que los africanos achicaron a 3-2. Luego llegó Uruguay a quien batieron por 2-0 con un penal tan polémico como inexistente, a tal punto que la FIFA sancionó al árbitro y lo arregló con una palmadita en la espalda del hombro de los charrúas. Luego llegó la ‘estratégica’ derrota por 2-1 ante los sucoreanos.
Un 6-1 histórico le plantaron a los suizos por octavos y llevados por la corriente dieron por hecho que estaban como para ganarle, sin golear, pero sí vencerlos, a los marroquíes que habían sorprendido a España, lo que se pudo tomar como una ‘casualidad’.
¿Qué dice Fernando Santos? El entrenador dijo que «para todos, para mí, para los jugadores, es una desilusión enorme. El equipo tenía confianza, creía, estaba feliz, pero la verdad es que no lo logramos».
A la hora de referirse específicamente de Marruecos expresó que se les hizo imposible «desarmar la muralla», pese a que sus pupilos tuvieron «imaginación y creatividad», donde remarca que los norafricanos llegaron apenas dos veces y en una de esas llegadas anotaron un tanto.
Todo apuntaba a que en las semifinales hubiera un equipo sí o sí, porque las probabilidades de un clásico entre España y Portugal eran altísimas. Marruecos tiró por tierra esa chance, pero las posibilidades de un ibérico en las semifinales eran un hecho porque el modesto equipo de la CAF no estaba apto para dejar a los de CR7 por el camino, sin embargo, hubo milagro.
