Tribunero.com Portal futbolero
La iglesia Maradoniana tiene más motivos para hacer ver que el Gran Diego Armando Maradona es Dios, o al menos, que tiene muy buenas relaciones con el creador. El ex astro del fútbol mundial llegó con bombos y platillos a Gimnasia y Esgrima de la Plata, equipo con un pie y medio en la Primera B Nacional al momento de contratar sus servicios.
De la mano de Maradona el Tripero precisaba de varios milagros, o al menos, de uno muy bueno. Los resultados no ayudaban. Gimnasia había tenido un pequeño repunte pero todo iba pum para abajo.
La Superliga terminó y el margen era cada menor. La Copa de la Superliga era la última esperanza matemática; debían ganar todo y rezar para que sus competidores de la tabla de abajo trastabillen y se caigan.
Pero, cuando todos los carnales dábamos a Gimnasia y Esgrima en la B. Cuando ya lo pensábamos jugando en la segunda división con un equipo preparado para lograr el retorno lo más rápido posible, se dio lo que ni el más devoto o el más iluso y delirante hubiera esperado: El milagro.
La pandemia de Covid-19, popularmente conocido como Coronavirus, hizo el trabajo pesado al paralizar la actividad futbolera en el 90 por ciento de los países afiliados a la FIFA, entre ellos, Argentina.
La AFA baraja eliminar los descensos, es casi un hecho, y de ser confirmado este martes 28 de abril, diríamos que Gimnasia se salvó y que el Diego cumplió con los objetivos de quedarse en primera.
Suene como suene, Maradona lo logró.
@lostribuneros
