Los ánimos están más que caldeados por tierras brasileñas, luego de la derrota de Brasil ante México en la final olímpica y, gran mayoría de la afición, junto a diversos medios de prensa, pedían la cabeza del técnico Mano Menezes.
Por ahora la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) se mantiene firme respecto a la continuidad del entrenador del «scratch». Brasil jugará en breve unb amistoso ante Suecia, lo que será el partido despedida del Estadio Rasunda, donde se jugó la final del Mundial de 1958.
Al llegar los jugadores, con una evidente pesadumbre, evitaron hablar con la prensa, salvo Rómulo y Thiago Silva, quien sí dieron la cara ante los reporteros.
El capitán de la selección olímpica, Thiago Silva, reveló que la amargura y consternación por la derrota sufrida ante los aztecas es muy fuerte, pero también dejó en claro que van a cambiar la pisada en el próximo encuentro ante los escandinavos.
En tanto, Rómulo aseveró «Fue complicado para nosotros, pero para la selección brasileña siempre hay que tener actitud», cerró el jugador de Vasco da Gama.
Este lunes comenzó el «borrón y cuenta nueva» para Menezes y Brasil comenzó a entrenar de cara al próximo amistoso.
@lostribuneros