Cuatro mil policías se encargan de cuidar la final que se jugará en cuestión de horas en la ciudad de Madrid entre River Plate y Boca Juniors. La Unión Federal de la Policía se quejó airadamente por la generación de gasto público para un acontecimiento privado.
Temor y reproche de las autoridades españolas por un posible cruce entre hinchas de Boca Juniors y de River Plate de cara a la final de la Copa Libertadores de América, que se llevará a cabo a partir de las 16:30 horas de Buenos Aires en el Santiago Bernabéu, este domingo.
Camiones hidrantes, fuerzas de choques preparadas para una posible trifulca, sin embargo, en la previa al juego, las hinchadas boquense y millonaria, se encuentran viviendo un clima de fiesta, dándole colorido a la ciudad de Madrid.
Sin embargo, la Unión Federal de la Policía (UFP) manifestó su desagrado mediante su portavoz Serafín Giraldo, por el mega dispositivo -sin precedentes para el fútbol europeo- dispuesto para la final entre los poderosos clubes argentinos.
«La teoría es que pague Madrid, pero la práctica es que a nosotros nos paga el Ministerio del Interior, por lo que están pagando los españoles», explicó Giraldo a Cope.es
El gasto estimado para este encuentro es de unos 650.000 euros, ya que no sólo será la policía madrileña la encargada del dispositivo de seguridad, sino que «viene policías de otras ciudades a los que hay que pagarles dietas (70 a 80 euros)», y que hay que pagar «horas extraordinarias» porque la mayoría de los efectivos estaban en su día de descanso.
Se trata de «un evento de carácter privado», reclamó el portavoz, dado a que se cobra entrada y denunció que se trata de «una decisión política, que se genere un gasto público y un consumo de la seguridad pública; porque si estamos en Madrid no podemos estar en otros lugares y quizás algunos no tendríamos que estar aquí».
«Hemos recepcionado a todos los hinchas en el aeropuerto. Después de unos controles exhaustivos, se han enviado a su país a varias personas que no cumplían con los requisitos».
Habló de la separación de hinchadas dentro de la ciudad en «zonas de seguridad» y luego del traslado de los seguidores al estadio y la última etapa «para evitar que las personas entren al estadio con objetos contundentes», expresó Giraldo.
Fuente: Cope.es
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