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MONTEVIDEO, URUGUAY — 1 de octubre de 2025 — El fútbol uruguayo vive un día de profunda consternación. El exfutbolista Juan Carlos De Lima falleció a los 63 años tras una larga y dolorosa batalla contra el cáncer. La noticia de su deceso, ocurrida luego de un agravamiento de su estado de salud en los últimos días, según fuentes de El Tiempo, golpea con fuerza a dos de las hinchadas más grandes del país.
De Lima, un delantero de estirpe, deja un legado imborrable y particular: fue un jugador querido y respetado tanto en Nacional como en Peñarol, un hecho poco común en la historia del Clásico.
El Goleador de Doble Huella
Nacido en Florida el 2 de mayo de 1962, la carrera de De Lima fue una travesía de éxitos en Sudamérica, pero fue en Uruguay donde forjó su leyenda.
La Gloria Inmortal con Nacional (1988–1989)
Su paso por el Club Nacional de Football es recordado con reverencia. Fue una pieza clave en la conquista de la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental de 1988. En la final de la Libertadores ante Newell’s Old Boys, anotó un gol fundamental en el partido de vuelta, asegurando el triunfo 3-0 y la tercera corona continental para el club, como lo registró El Observador.
El Corazón Aurinegro y el Segundo Quinquenio (1997–1999)
Años después, se concretó su llegada a Peñarol, el club con el que el delantero se identificaba de manera especial. Allí, De Lima fue fundamental en el tramo final del segundo quinquenio de oro aurinegro. Su entrega y goles lo hicieron una figura imprescindible, logrando títulos nacionales y dejando una marca indeleble en los Clásicos, reforzando su conexión emocional con el club del que siempre fue hincha.
Homenajes Cruzados
La noticia provocó una ola de pésame en ambos clubes. Nacional, en particular, destacó su aporte a la gloria mundialista:
«El Club Nacional de Football lamenta profundamente el fallecimiento de Juan Carlos De Lima, campeón de América y del Mundo con Nacional en 1988. Nuestras condolencias a su familia, amigos y allegados. #QEPD»
Por su parte, Peñarol también se unió al luto, reconociendo al jugador que defendió la camiseta con la pasión del hincha. Su legado también es recordado en Ecuador, donde fue goleador de la Copa Libertadores en 1986 con Deportivo Quito.
Juan Carlos De Lima será recordado no solo por su técnica y sus goles, sino también por el carácter que le permitió dejar una huella profunda y respetada en las dos instituciones más grandes del fútbol uruguayo. Su partida enluta a toda la esfera deportiva.
