Barcelona no jugaba nada bien. Eran pura fricción y juego desprolijo. Un zapatazo de Rakitic, mal despeje del arquero y un uruguayo «pescador» pusieron al catalán 1-0 sobre el Guangzhou Evergrande.
Enredado. Poco creativo. Fricción. Irreconocible primer tiempo tuvo el Barcelona frente al Evergrande por las semifinales del Mundial de Clubes de Japón.
Los españoles presionaron en campo rival y encontraron el gol gracias a un remate frontal de Rakitic que no pudo ser desviado correctamente por el arquero, por allí pasaba Suárez, y el uruguayo no perdonó a los 39′ del primer tiempo.
Evergrande reaccionó de cabeza y cuando la pelota se estaba metiendo, Claudio Bravo la sacó.
La cuestión es que, sin merecerlo, Barcelona vence 1-0 al Evergrande en Yokohama.
@lostribuneros