Gol importado de Corea del Sur; penal errado por el Kun Agüero y victoria del Tottenham en casa por la mínima. Cuartos de final de la Champions League.
Si bien hubo un resultado ajustado, éste no dice mucho de que en verdad el partido fue vibrante y que estuvo para cualquiera de los dos. Por cómo se pararon en la cancha, quien salga ganador lo merecía.
Tottenham Hotspur Stadium fue testigo de la entrega de los jugadores de ambos equipos. Aquí no entró ninguno a ver qué pasa. Cero especulaciones. Ambos jugaron a cara de perro y pasó de todo.
Los Spurs fueron al frente de una y de la mano de Mauricio Pochettino supieron romperte el toquecito anodino a los de «Pep» Guardiola.
No les dejaban pasar una y eran celosos en las marcaciones, además de disciplinados. Sin embargo, el VAR apareció en el minuto 10′ de juego, cuando una pelota pegó en el brazo de un defensor de los Spurs, el referí entendió que influía en la jugada, y sancionó penal.
El «Kun» Agüero tomó carrera y sacó un remate tan anunciado que Lloris se lo atajó con una tirada para la foto.
Tottenham se agrandó y fue la frente en busca de su gol. Sabían que se trataba de una segunda oportunidad y no la desaprovecharon.
El partido era golpe a golpe y podía pasar cualquier cosa. Ambas defensas estaban firmes. Los cambios no fueron en el entretiempo sino que a medida de que el tiempo transcurría.
Iban 78′ y una pelota larga que se iba por línea de fondo fue rescatada por el surcoreano Son Heung-Min, éste aprovechó que los defensores ciudadanos creyeron que iban a cobrar saque de meta, se acomodó y mientras lo miraban sacó fusiló a Ederson Moraes.
Ese gol le valió la victoria al Tottenham, pese a que tarde se acordó el Manchester City de ir con todo.
La revancha será en casa de los ciudadanos y éstos deberán ganar por más de dos goles.
@lostribuneros