Las divisiones infantiles del club Liniers de Bahía Blanca andan por la ciudad de Buenos Aires demostrando sus habilidades con la pelota, pero indudablemente, en lo físico están muy bien e hicieron recordar la película norteamericana «Mi pobre angelito», protagonizada por Macaulay Culkin.
Fue un espectáculo ver a los guardias de seguridad correr detrás de los pequeños que eran veloces y que parecían un millón y aparecían por todas partes. Uno de ellos estaba desesperado y con voz firme decía «¡no corran chicos!», mientras otro hablaba por radio a los gritos y desesperado.
Bue, en mis épocas no había shoppings, pero me hizo recordar a Doña María corriéndonos a escobazos. Tiempos modernos.
@lostribuneros