A lo largo de su rica vida, Argentina jugó con rivales de gran peso y trayectoria. Pero en ese historial incluyó encuentros con otros modestos, exóticos, raros. Panamá y Surinam serán dos de ellos en el estreno del título Mundial en Qatar, el próximo marzo. Pero hay varios más: Nicaragua, Singapur, Lituania, Camerún…
La presentación del tricampeonato será en el Monumental ante los panameños, a quienes la Selección batió las dos veces: 3-1 en amistoso de la era de Diego Maradona en 2009 y 5-0 en el comienzo de la Copa América Centenario que perdiera con Chile, cuando Lionel Messi saltó desde el banco por una lesión que curaba e hizo tres goles en un rato, completando Nicolás Otamendi y Sergio Agüero. Pero también se vio con otras dos centroamericanas emergentes: Guatemala, con sendas goleadas 4-0 en 2013 (tres de Messi) y 3-0 en 2018, y Nicaragua, 5-1 en 2019.
Otros de la región de América Central fueron Haití y Jamaica, de varios partidos. Los más recordados fueron por Mundiales, en Alemania Federal 1974 aquel angustioso 4-1 sobre los haitianos para pasar a la segunda ronda, y el gran 5-0 a los Reggae Boys en Francia 98, con tres goles de Gabriel Batistuta y dos de Ariel Ortega. Justamente la escena mundialista fue razón de estos rivales menores, algunos que dejaron huella como Camerún en Italia 90 (1-0) o el reciente 1-2 con Arabia Saudita. En este rubro además aparecen Costa de Marfil (2-1 en Alemania 2006), Bosnia Herzegovina (2-1 en Brasil 2014), Irán (1-0 con el gran tiro final de Messi en ese torneo) e Islandia, que supo empatarle 1-1 al once de Jorge Sampaoli en Rusia 2018. Además, ante los sauditas se ganó la primera Copa Confederaciones por 3 a 1 en 1992.
Argentina pasó varias veces por África, el recuerdo más loco fue ante la Libia de Muammar Gaddafi, cuyo hijo actuó para ese país del Norte en 2003, con esforzado triunfo 3 a 1. Aparte se chocó frente a Egipto (6-0 en los Juegos Olímpicos de 1928 y 2-0 en 2008), Sudáfrica (1-1 en 1995 y 2-0 en 2018) o un Ghana suplente 2-0 en 2009.
En el verano de 1984, la Selección dirigida por Carlos Bilardo disputó en India la legendaria Copa Nehru, en la que tuvo ocasión de vencer al local 1-0 con gol de Ricardo Gareca, pero días después cayó en sonoro resultado 0-1 ante China, lo que le privó de ganar el hexagonal amistoso. Pero hubo otros emergentes de Asia en su camino: Hong Kong en 2014 (7-0), Singapur (6-0 en el arranque de la era Sammpaoli en 2017), Qatar (3-0 en 2005 y aquel 2-0 en la Copa América 2019) e Irak (4-0 en 2018).
Finalmente, Angola probó a los de José Pekerman antes de Alemania 2006 (2-0), Albania lo visitó por la era Sergio Batista (4-0 en 2011) y tres de la ex Unión Soviética, Lituania (empate a cero en 1998), Bielorrusia (también sin abrir marcador en 2008) y el espectacular show de Messi con cinco goles para el amistoso 5 a 0 sobre Estonia en junio pasado.
Con Surinam no hubo encuentro oficial de mayores, pero sí olímpico. Se vieron en Lima, Perú, el 16 de abril de 1960 por el inicio de la ronda final del Preolímpico previo a los Juegos de Roma. Esa vez los surinameses tuvieron al once de Ernesto Duchini igualado a dos antes de los 45 minutos iniciales, y recién en el tramo final Argentina se impuso 6 a 2. Wooter en contra, Oleniak y dobletes de Alberto Rendo y Mario Desiderio fijaron aquel resultado; luego la nacional ganaría el torneo e iría a la cita olímpica.
Muchos exóticos escollos han aparecido en el camino de Argentina. Es que es así: para ser campeón hay que ganarles a todos.
Diego Martín Yamus.
diegoperiodista93@gmail.com