Con la friolera de 48 países que jugarán el próximo Mundial 2026 de Estados Unidos, México y Canadá, cada continente tiene más plazas, algunas injustificadas como Europa que cuenta 16. Pero sobre todo los emergentes de toda la vida, África, Asia, la CONCACAF y Oceanía suman 24 lugares posibles, la mitad de los participantes. Incluso el misterioso lugar oceánico por fin tendrá su propio cupo. Entonces, se abre un gran abanico de ilusiones para quienes jamás pisaron una cancha de la Copa del Mundo.
África cuenta con nueve chances. Y hay unos cuantos africanos que desean hacer historia, como Comoras en la Copa de Naciones y ni hablar de Marruecos, primer semifinalista en un Mundial. Varios han acariciado el objetivo, pero sucumbieron ante las potencias. Quizás ahora tengan chance Burkina Faso, que cayó en la final con Argelia para Brasil 2014 (había ganado 3-2 y perdió 0-1). Malí, de talentos como Kanouté o Seydou Keita, podría tras haberse inclinado en la última cumbre con Túnez por un gol. Cabo Verde, de ascendentes actuaciones, iba a una final para 2014 pero la mala inclusión de jugadores sancionados se lo impidió.
Por su parte, Guinea (a secas, capital Conakry) ha tenido gran protagonismo en la región con clubes como Horoya y talentos como “Titi” Camara o el actual Naby Keita; estuvo cerca para Estados Unidos 94 cuando cayó con Camerún. Libia tuvo su chance dorada para México 86 pero Marruecos lo venció 3-1 en el global; aún así, es el mejor del Norte tras los colosos. Etiopía, de brillo en los 60, complicó a Nigeria para una plaza en 2014. Y qué decir de Zambia, que tras su tragedia aérea de 1993 y al mando del gran Kalusha Bwalya sólo le faltó un punto ante Marruecos para ir a Estados Unidos 94.
Yendo a América Central y Caribe, la CONCACAF es tan despareja que a pesar de sus seis lugares disponibles no parece prometer sorpresas. Pero Guatemala, el único del centro que nunca jugó, tal vez tenga una ocasión, aunque siempre fue superado por los mejores de su área.
Hablando de América, la CONMEBOL goza de seis cupos, entre los que deberá estar el campeón Argentina. Pero el que realmente lo merece y nunca lo logró es Venezuela. Tras varias campañas interesantes con victorias sobre grandes (Uruguay, Argentina, Brasil) la “Vinotinto” sueña de la mano y sabiduría de nada menos que José Pekerman, que como José Pastoriza en su momento quiere armar una revolución en el buen fútbol venezolano, con valores hace años en Europa y protagonismo en los torneos internacionales.
Asia disfrutará de ocho plazas, el doble de las actuales. Y sobre todo los árabes sueñan. Bahrein jugó un repechaje con Trinidad y Tobago para Alemania 2006 que perdió en su casa. Líbano viene subiendo de tarea y participó de las finales para 2022, aunque lejos de Emiratos Árabes Unidos que fue al play off. Lo mismo para Jordania, que con un trabajo profundo podría arribar, aunque no ha estado nunca a tiro. El que sí lo estuvo, pero ahora no lo parece es Siria, derrotado por Irak para México 86. Por su lado, Uzbekistán (ex Unión Soviética) es fuerte en la zona y ya anduvo cerca, como aquel polémico repechaje con Bahrein. Y del sudeste, Tailandia jamás probó una cancha mundial, pero hizo buenos trabajos, mas le falta mucho para alcanzar a los más importantes.
Macedonia del Norte pegó un puñetazo a la gloriosa Italia y casi lo hace con Portugal en Europa. Al haber ahora 16 casilleros, la ex Yugoslavia aspira a uno. Igual que Finlandia, que por un punto no logró ir a la repesca de Francia 98 con los yugoslavos, y eso que contaba con el genial Jari Litmanen, del Barcelona.
Por último, Oceanía recibió su regalo de una plaza, pero hay que ver quién se le atreve a Nueva Zelanda, potencia casi indiscutida. El más osado fue Papúa Nueva Guinea, que cayó por tiros desde el punto penal en la Copa de la OFC 2012. También Nueva Caledonia lo batió, pero non pudo arribar a las finales, igual que Islas Salomón, que anduvo a cuatro encuentros de Alemania 2006, ya que si batía a Australia jugaba con nada menos que Uruguay. Y Fiyi, mucho tiempo entrenado por un oriental, Juan Carlos Buzzetti, viene tomando parte en eventos juveniles muy seguido, y quizá eso le dé una base para creer.
El Mundial 2026, que además contará con un torneo intercontinental para dos clasificaciones, puede dar para todo. Eso sí: ¿alguno se le animará a la Argentina campeona reinante?
Diego Martín Yamus.
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