Los formatos de Primera en Argentina, un real supermercado

Un supermercado, como conocemos, tiene gran cantidad, clase y variedad de productos. Eso es, realmente, lo que el fútbol de Primera División en Argentina asemejó y asemeja desde su tiempo fundacional. Primero varias federaciones cada una con su campeonato, luego el clásico de la AFA, más tarde la era del Nacional y Metro, después el ridículo del Apertura y Clausura cambiado de nombre a Inicial y Final, luego el Transición, el de 30 clubes, otro Transición, largo a una rueda y ahora, esta Copa de la Liga Profesional de zonas. No se agoten lectores, aún hay que explicar esta insólita y molesta costumbre de cambios y cambios. Explicar lo inexplicable. 

En 1891 fue, como recordáramos, el primmer certamen oficial en el país regido por la Argentine Association Football League. Como ésta se disolvió, se fundó la AFA en 1893 y arrancaron sus campeonatos, sin mucho lío, hasta que distintas asociaciones paralelas fueron abriéndose de ella y haciendo sus torneos. Así, entre 1919 y 1926 existieron el profesional y el amateur. En 1931 comenzó la era profesional, pero la AFA chocaba con la disidente Asociación Argentina de Football, que representó a la Selección en el Mundial de Italia en 1934, antes de desaparecer y dejar tranquila a la actual entidad. 

Todo fue normal en formato y calendario, salvo alguna ocasión, hasta 1966. En 1967, se creó el Campeonato Nacional para darle su merecido lugar a la enorme cantidad y calidad de clubes del interior, y se lo juntó en la misma temporada con el de Primera, ahora llamado Metropolitano o simplemente Metro. Cada uno se disputaba durante aproximadamente un semestre, primero comenzaba el Nacional (por zonas) y luego el Metro y más tarde se invirtió. 

A mediados de 1985, tras una loca y complicada definición del Nacional, se dejó sólo el antiguo Metro ahora llamado Primera División, que entonces y ridículamente decidió coincidir su temporada con las europeas, de mitad de año a mitad del siguiente, por suerte siempre a dos ruedas, aunque con las famosas Liguillas de todo tipo e idea, como incluir conjuntos del interior que ni jugaban en torneos regulares, caso Alianza de Cutral-Có ante Boca en 1986. 

 Tras el título del River de Daniel Passarella en 1990, luego del Mundial de Italia llegó uno de los cambios más recordados e insólitos. En lugar de continuar con el campeonato largo, se desayunó con realizar un torneo por semestre, denominados Apertura y Clausura. Tal la confusión que sus nombres no iban a tono con el calendario, el Apertura era en la segunda mitad de un año y el Clausura en la primera del siguiente. Encima, el primero contempló una finalísima por única vez, ganada en 1991 por el Newell’s Old Boys de Marcelo Bielsa sobre Boca por penales. Desde allí y hasta 2014, cada semestre daba un campeón, es decir que en Argentina durante dos décadas hubo dos títulos por año. En 2012 se cambió su nombre a Inicial y Final, con la inclusión de una superfinal que se llevó Vélez Sarsfield sobre Newell’s a mediados de 2013. 

Todo seguía en esa rareza pero sin continuas alteraciones. Hasta que en 2014, el fallecimiento del presidente de la AFA Julio Grondona revolucionó todo. Desde la conducción de la entidad, un caos a punto de la humillante votación errónea de 2015, la Comisión Normalizadora y demás desatinos a la variación constante de la disputa de los torneos. Si entre 1967 y 2014, 47 años,  se había cambiado tres veces (Nacional-Metro, largos y Apertura-Clausura) se pasó a cinco en estos último seis años. 

Primero, para cerrar 2014 se armó un tal Torneo Transición que ganó el Racing de Diego Cocca. Al mismo tiempo, se decretó que subieran nada menos que diez equipos de la Primera B Nacional, conformando el mayor ridículo de la historia nacional cuando en 2015 compitieron 30 y a una sola rueda más una fecha de clásicos, donde el Boca de Arruabarrena se lo llevó. Al menos era el primer campeonato en año calendario desde 1966. Pero en 2016 otra vez el lío: otro Transición a dos zonas, obtenido brillantemente por el Lanús de Jorge Almirón, derivó en la vuelta de la temporada europea. Entonces volvieron los certámenes largos, pero a una rueda y con dos clubes menos por año hasta bajar a 20 dentro de un tiempo. Lo que quedó trunco cuando tras la 2019/20 ganada por Boca sobre River en marzo, el coronavirus obligó a la suspensión del fútbol y se retomó recién hace días, con esta Copa de la Liga Profesional por zonas y que terminará en enero de 2021. 

Allí se haría el nuevo campeonato regular, por el momento largo y hasta diciembre, como debe ser. Como debió haber sido toda la vida en Argentina, en lugar de quebrar la cabeza de la gente. Y de quedar tan mal a los ojos del mundo. 

Diego Martín Yamus. 
diegoanita@hotmail.com.ar 

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