Parece haber estallado una verdadera batalla en el Santiago Bernabéu; el emblemático Iker Casillas, capitán del Real Madrid ha sido destronado y se generó un conflicto que involucra a su colega Diego López.
Marca. La guerra que se libró en la grada del Bernabéu en el homenaje a Raúl se ha cobrado dos víctimas: Iker Casillas y Diego López. Los dos porteros del Real Madrid están muy tocados después de la bronca que se montó a su alrededor en un día que tenía que ser festivo y de celebración. Ninguno de los protagonistas involuntarios comprenden el por qué de la tensa situación que tuvo lugar en el Bernabéu y están muy afectados por lo ocurrido.
Los dos se llevaron silbidos por parte de su afición. Algo que a nadie le gusta y menos a dos personas que lo único que hacen es trabajar para competir por un puesto. Eso es lo que piensa el vestuario blanco, incómodo por la situación creada el pasado jueves. Haciendo una cronología de los hechos, todo empezó en el calentamiento.
Cuando los dos metas salieron a ejercitarse, el público se volcó con Casillas, al que aclamó y coreó su nombre. Igual cuando el speaker le nombró por megafonía a la hora de recitar las alineaciones. Cierto es que las localidades del fondo sur donde se sientan los ultras aún no estaban ocupadas en estos dos instantes.
214 días lleva Casillas sin jugar un partido oficial con el Madrid
Y el lío llegó después, tras de la ovación para la salida de Raúl, Casillas tuvo el gesto de ofrecerle el brazalete. El público volvió a corear su nombre y desde la grada de los ultras se inició un cántico favorable a Diego López, que fue acallado con silbidos. Ya estaba preparada la guerra.
Sin comerlo ni beberlo, el meta gallego estaba en medio de un cruce de reproches entre aficionados y detractores de Iker, del que salió malparado. Cuando salió a calentar, pocos minutos antes del descanso, una parte del Bernabéu le silbó, antes incluso de que el fondo sur comenzara su cántico de ánimo.
Una actitud que se repitió cada vez que en la segunda parte intervino el meta. Esos silbidos han dolido a Diego López, que se ve envuelto en una polémica arrastrada de la época anterior.
Iker acusa su suplencia
Tras ser titular en el partido más importante de la pretemporada, ante el Chelsea, Iker creyó que todo volvería a la normalidad y que regresaría a la titularidad ante el Betis. Por eso, cuando hora y media antes del partido le dijeron que era suplente, se hundió.
26 partidos oficiales ha disputado Diego López desde la lesión de Iker
El bajón que se llevó el capitán blanco fue duro y los pitos de un sector de la afición en el Trofeo Bernabéu le han afectado. Aunque se trate de una parte de la hinchada muy concreta y afín al anterior entrenador, a Casillas le molestaron los abucheos e insultos.
A todo esto, en el club guardan calma. Se acogen a la libertad de decisión del cuerpo técnico, que ha elegido a Diego López por temas meramente deportivos.
El que más tiempo pasa con ellos es Villiam Vecchi, preparador de porteros, que elabora informes en los que comenta a Ancelotti cómo han entrenado los porteros y quién está mejor. Y en esos informes, por el momento, Diego López sobresale por delante de Casillas.
En el Real Madrid están tranquilos. Creen que todo se solucionará. Confían en Ancelotti y en su criterio para elegir al portero titular. Sospechan que en la primera jornada, buena parte de la culpa de que Iker fuera suplente se debe al cansancio del viaje y el partido amistoso que tuvo con la selección en Ecuador.
Mientras en las oficinas hay tranquilidad, en el vestuario hay tristeza por la situación que vivieron dos compañeros en un día señalado como fue el de la despedida de Raúl. El enfrentamiento de dos facciones de la afición ha hecho daño a Iker y a Diego. Y en el horizonte, Granada, donde lo normal es que el gallego repita.
Fuente: Marca.com