Evidentemente, los brasileños, no aprendieron nada del Maracanazo, al cual tildaron de una “casualidad” y para el Mundial 2014 se mostraron con una arrogancia similar a la de aquella campaña donde los uruguayos le dieron una lección que nunca aprendieron. 64 años después, Alemania en su propio feudo, les ganó por un histórico e inconcebible 7-1, y tras eso se armó una “revolución” que duró… hasta el final del Mundial.
La CBF, ente administrador del fútbol brasileño, que no cambió de cabeza y sigue administrada por hombres manchados, eligió a un empresario como manager, Gilmar Rinaldo, que ahora está por nombrar, nuevamente, a Dunga como técnico del seleccionado verdeamarelo.
Dunga como entrenador fue hasta llamado de “burro” por parte de la afición, es un hombre con características similares a las de Scolari, por ser coterráneo suyo, ya que ambos son de Río Grande do Sul (gaúchos).
Tras el 1-7 se hablaba de una renovación en el fútbol brasileño, se manejaron nombres de entrenadores extranjeros, y de entrenadores jóvenes nacidos en Brasil, pero, están por volver a pecar y traerán a un técnico que se fue por la puerta del fondo.
El apodo «Dunga» es por uno de los 7 enanitos
@lostribuneros