El equipo de Jurgen Klopp venció por 4-2 a Burnley, pero con final emocionante, y sigue a un punto de Manchester City. Chelsea empató en la agonía y está afuera de todo. Jornada 30 de la Premier League.
Un emocionante partido jugaron en Anfield el equipo de Jurgen Klopp y el modesto y molesto Burnley, por la recta final del campeonato inglés.
Como Manchester City, líder del campeonato, había ganado el sábado, el Liverpool debía vencer sí o sí a su rival de turno, pero las cosas arrancaron patas para arriba, luego de que Burnley se ponga ventaja por medio de Westwood, gracias a un error grosero del arquero brasileño Alisson y sus zagueros que permitieron que le cabeceen sobre la línea de gol.
Esa conquista inesperada llegó a los Rojos a ir a frente con un endiablado Mohamed Salah que comenzó a hacer de las suyas con Mané por un lado, Roberto Firmino por otro y con la ayuda de Wijnaldum y Lallana.
Los defensores del Burnley hicieron de tripas corazones y hasta llegaron a pegarle a la pelota para cualquier lado.
Tanto perseveró el conjunto de Klopp que encontró el empate gracias a una corrida de Salah a todo vapor por la línea de fondo, centro rastrero al centro del área, tan fuerte, que el arquero y su zaguero no lograron cortarlo y allí estaba Roberto Firmino para empatar. Iban 19′.
Sabiendo donde estaban las fallas del visitante, los futbolistas del Liverpool siguieron pisando firme. Probaron por arriba, con el típico centro inglés, con jugadas a toda velocidad como la que protagonizó Salah en el empate, y el tercero estaba por llegar.
De pronto la lluvia y el granizo sorprendieron en Anfield, pero el juego siguió regularmente.
Burnley atacaba cada tanto y de manera desprolija, lo que agrandó aún más al local. Los de Anfield pisaron el acelerador en el minuto 29′, sabían que la falla del rival estaba en el centro del área, los centrales no se entendían, y los volantes menos. Como apelaron a pegarle de punta y para arriba, los liverpoolenses cerraron los espacios y tras un mal rechazo fuera del área, hubo presión y un segundo mal rechazo con rebote, ahora dentro del área, finalmente la mandó a guardar Sadio Mané y pusieron un 3-1 que pintaba a lapidario y a goleada.
El partido parecía liquidado en apenas media hora y daba para creer que esto sería color de rosas para Liverpool por ser mejor, sin embargo, en el complemento Burnley mudó la actitud y comenzó a incomodar, sin nada de claridad.
Otro error de los centrales en el minuto 67′; choque del zaguero con su arquero y gol de Roberto Firmino, su doblete, y 3-1 estaban.
Wijnaldum había errado un gol imposible y Heaton, arquero del Burnley se encargó de evitar que esto sea una vergüenza.
En el minuto 90 los visitantes aprovecharon que el Liverpool se relajó y descontaron. Allí, el entrenador los mandó en busca de un épico empate.
Burnley puso nervioso al Liverpool porque el 3-3 estaba latente, pero una salida rápida de contra de Sturridge fue aprovechada por Mané y finalmente, en el minuto 93′, acabaron 4-2.
Manchester City en casa superó al conjunto propiedad del cantante Elton John, Watford. Fue por un contundente 3-1 que tuvo la particularidad de ser resuelto en el complemento. En los primeros cinco minutos Sterling se mandó un doblete, y completó en el minuto 59′. Deulofeu puso el de la honra para la visita.
Chelsea se va despidiendo hasta de la Europa League, empató en casa con Wolverhampton con un gol en los descuentos de Hazard. La contratación de Higuaín parece ser un fracaso.
@lostribuneros