Roma goleó por 4-2 al Liverpool y por un gol no pudo forzar una definición en pleno estadio Olímpico. Claro penal no cobrado a su favor. Los ingleses jugarán la final de la Champions ante Real Madrid.
No defraudaron ni ahí. Nada estaba librado al azar ni se trató de un trámite para el Liverpool. El juego en Anfield había acabado 5-2 para los ingleses y cualquiera podría llegar a pensar de que esto iba a ser sencillo en la ciudad de Roma. Sin embargo, viendo los pergaminos y la rebeldía del conjunto italiano, era de esperar cualquier cosa.
Roma, batalladores como pocos, se le dio por muerto ante el Barcelona y dio la sorpresa, por lo que era de esperar de que podía haber otra este miércoles en el Olímpico.
Los dos goles anotados en Inglaterra, tras ir cayendo por un vergonzoso 5-0 , abrieron las esperanzas y quitaron la palabra humillación de los futuros titulares en las diversas redacciones a nivel internacional.
Una delicia fue el partido. Primero, Liverpool arrancó pegando y casi desconcertando a la Roma luego de que Sadío Mané abra el marcador.
Las esperanzas volvieron rápidamente, al cuarto de hora, cuando un intento tan fallido de rechazo, derivó con la pelota estrellada en la cabeza del futbolista James Millner y gol en contra. 1-1 estaban y las esperanzas volvieron a los 60 mil aficionados que empujaban para la «Loba».
Todo seguía adverso. El neerlandés Giorginio Wijnaldum ponía nuevamente en ventaja al Liverpool al minuto 25 y la brega parecía liquidada dada la peligrosidad de los rojos en el ataque.
Luego de ello el Liverpool se floreó pero cometió el gran pecado de la soberbia; canchereadas en algunos casos y goles errados por otro.
El juego era de altas pulsaciones y por más que uno vaya ganando parcialmente y goleando en el global, siempre es bueno anotar uno más para literalmente liquidar la llave.
En el complemento Roma entró a matar o morir y allí pasó de todo. Primero vino un golazo de Edwin Dzeko, tras clavar una pelota cruzada en el ángulo.
Luego vino lo que más le dolió a la gente de la Loba, un clarísimo penal no cobrado. Le pelota con posibilidades de gol fue desviada con la mano en el área chica por parte Alexander-Arnold. Esto pasó inadvertido para el referí central, el linesman y el juez de línea de gol. Indudablemente, los italianos protestaron airadamente y protestarán por la manera en que quedaron eliminados.
Eusebio Di Francesco, entrenador romanista, puso toda la carne en el asador y mandó al campo primero a Lorenzo Pellegrini, luego a Daniele De Rossi y finalmente a Mirko Antonucci en lugar de El Shaarawy.
Motores tenía el conjunto italiano para ir achicando. Seguían 2-2 y el conjunto de Jürgen Klopp no corría peligro, pero ya no asustaba en el frente. El notable Mohamed Salah había sido neutralizado y la defensa local estaba bien parada y ya no se dejaba sorprender.
Klopp hizo un cambió en el minuto 83, cuando sacó a Mané y puso a Ragnar Klavan. Sin embargo, Roma se puso 3-2 gracias a un verdadero zapatazo del centrocampista belga Radja Nainggolan, quien sacó un zapatazo cruzado que pegó en la «raíz» del palo izquierdo del alemán Loris Karius, y que se le metió en el arco. Faltaban apenas cuatro minutos para el cierre y estaban ahora 3-2 los locales.
«Retroceder nunca, rendirse jamás» bien pudo haber sido el lema de Roma, porque pese a necesitar dos goles más para forzar una definición, el 4-2 llegó de penal por parte de, nuevamente, Nainggolan.
Tras el tanto del lateral, en el minuto 90+2, el referí esloveno Damir Skomina no se jugó a adicionar un minuto más y acabó la brega treinta segundos después.
Clasificó el Liverpool a la final y su rival será el Real Madrid. Se verán las caras el sábado 26 de mayo en la ciudad de Kiev, capital de Ucrania.
Los ingleses tienen 5 trofeos europeos, mientras que los españoles 12.
ROMA 4
Alisson; Florenzi, Manolas, Fazio y Kolarov; Pellegrini, De Rossi y Nainggolan; Schick y El Shaarawy; E. Dzeko. DT: E. Di Francesco.
Cambios: Ünder x L. Pellegrini, 53′; Gonalons x De Rossi, 69′; M. Antonucci x El Shaarawy, 75′.
Goles: Milner en contra, 15′; R. Nainggolan, 86′ y 90+2′; E. Dzeko, 52′.
LIVERPOOL 2
Karius; Alexander-Arnold, Lovren, van Dijk y Robertson; Wijnaldum, Henderson y Milner; Salah, Roberto Firmino y S. Mané. DT: J. Klopp.
Cambios: Klavan x Mané, 83′; Solanke x Roberto Firmino, 87′; Clyne x Alexander-Arnold, 90+3′.
Goles: S. Mané, 9′; Wijnaldum, 25′.
Estadio: Olímpico de Roma, Roma, Italia.
Motivo: Semifinal de la UEFA Champions League.
@lostribuneros