Jugaron en Old Trafford un partido que tuvo como gran sorpresa las lesiones de cuatro futbolistas en el primer tiempo; tres de Manchester y Roberto Firmino de Liverpool. No hubo emociones. Jugaron por la fecha 27 de la Premier League.
Partido cerrado como pocos. Pocas chances de gol. Partidos parejo entre dos fuerzas iguales. El encuentro jugado en Old Trafford acabó en un justo empate sin goles.
Poco ingenio e improvisación. Todo muy mecanizado. No hubo lugar a la fantasía, por eso se explica que el clásico terminó de la manera que terminó.
Es bueno indicar, también, que en el primer tiempo el conjunto del noruego Solskjaer debió quemar los tres cambios porque Mata, Ander Herrera y Lingard sufrieron lesiones.
Los cambios obligatorios condicionaron el trámite del juego y Solskjaer debió hacer de tripas corazones y dibujar tácticamente al equipo.
Liverpool probó con la velocidad de Salah asociado a Mané, pero se diluyeron con el correr del tiempo. Siendo el futbolista egipcio reemplazado por el belga Origi.
El recurso que ambos utilizaron para intentar quedarse con la victoria vino por la pelota quieta y la aérea. Cerca del final Manchester anotó, pero el autor del gol estaba en posición adelantada.
Este resultado sirve porque se trata de un clásico y lo sostiene en lo más alto de la tabla sobre un Manchester City que le persigue un punto por debajo. Tottenham perdió y se alejó de ambos en esta recta final.
@lostribuneros