La oncena de Jürgen Klopp logró meterse en octavos de final de la Champions League al lograr el objetivo de vencer al Nápoli en Anfield. La puja válida por la última jornada del Grupo C tuvo un final para el infarto.
Liverpool tenía la obligación de vencer para seguir de largo en la Champions. El empate era negocio para Nápoli ya que llegó segundo a estas instancias y ese puntito lo clasificaba.
Un verdadero «peloteo» le dio el conjunto de Klopp a su similar de Carlo Ancelotti; gol anulado a Mané por una posición adelantada, bien cobrada, y mucho trabajo para el colombiano David Ospina y sus defensores centrales.
Los Rojos eran puro toque y búsqueda de espacios y de oportunidades ante un Nápoli que fue a defenderse y que sacaba esporádicos contragolpes.
Toques y más toques. ‘Jogo bonito’, gran despliegue y la coronación con un soberbio golazo de Mohamed Salah al minuto 34.
Tras el gol el Liverpool buscó el segundo, pero no lograron vencer el cerco impuesto por sus adversario de turno.
El tiempo corría y Nápoli se animaba a más. El gol los clasificaba. En la última, en tiempo de descuentos, al arquero brasileño Alisson con su cuerpo encontró una pelota que era el gol italiano y la eliminación.
PSG ya estaba clasificado, pero despuntó el vicio en Belgrado y le marcó un 1-4 al Crvena Zvezda (Estrella Roja), quien al menos sumó cuatro dignas unidades.
@lostribuneros