Fernández, el gran héroe de la jornada, brilló con luz propia en su feudo. En la primera mitad, el «10» aurinegro se despachó con un golazo magistral, una definición de zurda que dejó sin chances al arquero visitante y desató el delirio en las tribunas. Pero Leo no se conformó con uno y, a falta de 6 minutos para el final, demostró su olfato goleador al conectar con el balón en el área chica y poner el 2-1 definitivo.
El doblete de Fernández fue la llave del triunfo para Peñarol, que se sobrepuso a la presión y la tensión del partido, marcado por los incidentes lamentables en el encuentro de ida en Rosario. El apoyo incondicional de la hinchada aurinegra fue un factor fundamental para que el «Carbonero» sacara adelante este importante partido.
Con este triunfo, Peñarol termina segundo en su grupo detrás de Atlético Mineiro y se instala entre los 16 mejores de la Copa Libertadores. La sexta copa continental vuelve a ser un sueño posible para el «Carbonero», que de la mano de Leo Fernández y su fiel público, buscará revivir las glorias del pasado en el continente.