Tribunero.com Portal futbolero
El equipo Granate, campeón defensor de la Copa Sudamericana, se despidió del torneo al igualar a uno con Cerro Porteño de Asunción. Lanús había caído en Paraguay.
Lanús entró con una mochila de plomo a su escenario por la revancha de los octavos de final ante un Cerro Porteño que, en Asunción, les había ganado por 2-1.
Los dirigidos por los Barros Schelotto precisaban del triunfo para clasificar, o al menos, para forzar los penales.
La ansiedad y la necesidad de ganar les jugó en contra, obligándolos a adelantarse en la cancha, por eso, la visita les marcó el primer gol antes el minuto de juego, por medio de Oscar Romero.
Cerro Porteño anotó de movida y eso le tiró por el piso el ánimo a un granate que estaba parado sobre una mina, porque un mal movimiento podría hacerlos explotar.
Pese a todo, fueron al frente a jugársela el todo por el todo, poniéndole al encuentro una dosis de dramatismo, ya que el Ciclón trataba de liquidar de contra.
Braghieri a los 38′ logró el ansiado gol del empate, y las esperanzas del «grana» aumentaron, porque si lograban darlo vuelta forzaban penales, en caso de aumentar clasificaban.
Cerro se cerró bien y tuvo a su arquero Barreto como gran figura. Ortigoza y Speduti tenían a maltraer al fondo de Lanús, hasta que fueron reemplazados.
El «Negro» Astrada, entrenador del Ciclón de barrio Obrero, puso en la cancha a Fabbro y Gamarra para renovar las energías en el ataque, mientras que en el medio mandó a Paniagua para recuperar el balón. Dichos cambios le fueron favorables a un equipo que a punto estuvo de liquidar la serie.
Lanús luchó como león, pero cometió varios errores en la ofensiva, por eso es que no aumentó.
La contienda acabó igualada a uno, resultado justo. Cerro Porteño se ubica entre los 8 mejores el torneo y va por más.
@lostribuneros
