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ASUNCIÓN, PARAGUAY. Lanús se coronó campeón de la Copa Sudamericana 2025 en una final electrizante. Tras empatar 0-0 con Atlético Mineiro luego de 120 minutos de tensión en el Estadio Defensores del Chaco, el equipo argentino se impuso 5-4 en una dramática tanda de penales, consolidando un logro histórico.
El equipo dirigido por Mauricio Pellegrino demostró un temple inquebrantable y una solidez defensiva que fue la clave para neutralizar el dominio brasileño. Este título, el segundo en la historia del club en este certamen (tras el de 2013), sana las heridas de las finales perdidas anteriormente y reafirma el ADN competitivo internacional del «Granate».
🧤 Nahuel Losada, el Héroe de la Noche
La final será recordada por la actuación épica del arquero de Lanús, Nahuel Losada. Si bien el partido fue reñido (Atlético Mineiro tuvo un 56.3% de posesión y 14 disparos totales contra 6 de Lanús), la defensa granate, apoyada en Losada, se mantuvo inexpugnable.
El punto de inflexión llegó en los penales. Pese a un fallo inicial de Lautaro Acosta que puso en aprietos a Lanús, Losada se agigantó, tapando el penal decisivo de Gabriel Texeira para sellar el 5-4 final y desatar el delirio de los más de 15.000 hinchas argentinos presentes.
«El partido terminó 0-0 en los 120 minutos reglamentarios, mostrando un juego muy parejo con pocas pero claras ocasiones de gol. El tiro libre de Bernard que dio en el palo al minuto 27 fue el susto más grande que tuvo que superar Lanús.»
📊 Las Cifras de la Épica Final
El campeón se llevó la Copa gracias a la inteligencia táctica, la paciencia y el nervio de acero en la definición:
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Resultado Final (Tiempo Regular y Prórroga): 0-0
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Definición por Penales: Lanús 5 – Atlético Mineiro 4
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Posesión: Mineiro 56.3% – Lanús 43.7%
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Disparos Totales: Mineiro 14 – Lanús 6
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Clave del Partido: 3 atajadas decisivas en la tanda de penales del arquero Losada.
La estrategia de Pellegrino, basada en el orden defensivo y la espera de transiciones, funcionó a la perfección para llevar el partido a su terreno. Lanús resistió, batalló y, finalmente, celebró.
¡La Copa Sudamericana se tiñe de Granate!
