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Triste mediocridad de parte nuestra, de quienes trabajamos en medios de comunicación. Nosotros formamos la opinión, pero, damos pena. Digo «nosotros» porque tengo vergüenza ajena: varios medios de los «ricos y poderosos» no la pegaron con Nacional ayer.
Triste, lamentable, patético e irrespetuoso. No encuentro calificativos para expresar la indignación que me produce ver como los millonarios y poderosos Canchallena.com, DirecTV y hasta el propio Google, no la pegaron con el escudo de Nacional de Montevideo.
Me refiero a estos dos medios porque son emblemáticos por la llegada masiva que tienen al público, por el dinero que tienen para invertir y caer tan bajo, pero, sin dudas, la plata no hace la calidad. Uno mandó el escudo de Nacional de Asunción, hermano menor del conjunto montevideano, y otro, puso el del Atlético Nacional de Medellín.
Da cosita porque los «bolsos», uno de los clubes más añejos del balompié oriental, primer club 100% «criollo» del continente, primera institución en el mundo que jugó tres finales intercontinentales y que jamás las perdió, digo «primera» porque el Sâo Paulo les alcanzó el récord, pero 17 años después.
Pero esto que pasó es viejo, no de ahora. Para la final de 1988 en Tokyo, la gente de Toyota, organizadora de la Intercontinental, cuando el «trico» jugó con Philips Eindhoven, entraron con la bandera de Paraguay, cuando el equipo es de Uruguay, país que queda al sureste de América del Sur y no al centro. Craso error.
Resulta tan ofensivo e indignante esto que tuvimos que hacer este comentario. El propio Google que tiene un algoritmo que sabe distinguir la información, se confundió tanto por las contradicciones que decidió mandar un escudo celeste. Decir que no tenía una diagonal blanca sino iba a pensar que lo habían confundido con Bolívar.
Yo no culparía al «bolso» por lo que pasa, sino que culparía la falta de rigor de varios medios, total, les da lo mismo. Igual, no obstante, yo como directivo de Nacional, sacaría una solicitada y mandaría al frente a cada portal que metió la pata.
Santos no somos y hemos metido la pata hasta el cuadril, y la meteremos, pero jamás haríamos una grosería de esta índole. Esperemos que estas burradas no se vuelvan a repetir.
Marcelinho
@lostribuneros
