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La selección de fútbol playa de Rusia sumó otro buen trabajo a su rica historia de estos años. Pero éste fue el mejor y muy especial, ya que este domingo fue campeónn del Mundial que organizó y bajo el nnombre de RFU (Unnión de Fútbol de Rusia), debido a los cuantiosos casos de doping que le valieron sanciones de la Agencia Mundial Antidopaje y el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
No era el gran candidato a pesar de sus ya dos títulos y dos terceros puestos, pero fue creciendo al punto de dejar afuera a España en cuartos de final y a Suiza el sábado en gran encuentro por penales. En el Louzhniki Beach Soccer Stadium su rival fue inesperadamente Japón, que venía de eliminar a la otra sensación Senegal en semifinales. Pero los europeos fueron más y se impusieron 5 a 2. Zemskov, Krasheninnikov dos veces, Novikov y Paporotnyi marcaron la victoria, descontando Akaguma dos ocasiones, una de penal.
Rusia acumula así su tercer triunfo tras los de 2011 en Rávena (Italia) y 2013 en Papeete (Tahití), además de dos podios en 2015 (Espinho, Portugal) y 2019 en Luque, Paraguay. Japón llegó a lo más lejos con su segundo puesto (había perdido el tercero con los rusos en 2019). Y el otro gran protagonista fue Suiza, que parecía destinado a la gloria, quien se llevó el tercer lugar 9-7 sobre un excelente Senegal, primer africano entre los cuatro mejores. Los suizos contaron con Dejan Stankovic (9 goles) como máximo anotador del torneo.
Al revés, el Mundial que se juega desde 1995 pero es de FIFA desde 2005 dejó las decepciones de Brasil (quinto, afuera en cuartos con Senegal), los ex campeones Portugal en primera ronda, la rápida salida de Tahití y la buena tarea de Uruguay marginando al monarca y siendo octavo, una posición sobre Paraguay, también decoroso.
Diego Martín Yamus.
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