Desde la famosa «Ley Bosman» el fútbol europeo no es el mismo. La incorporación de comunitarios desvirtuó todo. Equipos multimillonarios viviendo de los más humildes. Desequilibrio abrumador con los clubes del ex bloque comunista, que otrora daban batalla y le ponían mucho condimento a un torneo que lo podía ganar cualquiera.
Ahora, con la pandemia de coronavirus la UEFA está literalmente fuera de control. Contratos millonarios que no se pueden cumplir. Metas que van a quedar truncas. Dinero que se cae por las alcantarillas sin que nadie pueda, siquiera, tocar una moneda.
La televisión pierde audiencia. Los abonados al fútbol pago solicitan la baja del servicio. Las empresas de publicidad caen en picada. El negocio se está muriendo rápidamente.
El virus no da tregua. Los directivos de la Unión Europea de Fútbol Asociado lo saben. Alexander Ceferin, de origen esloveno, no para de tirarse de los pelos. Ahora indicó que tienen «Plan A, B y C», pero en concreto no saben que van a hacer.
Los calendarios de la UEFA ya vienen moldeados desde hace unos 28 años. De un pincelazo un virus, al mejor estilo de uno informático, les borró todo de una.
Italia y España van a la cabeza en el listado de decesos, pero hay otros países de las potencias deportivas y económicas que tampoco se quedan atrás; Francia, Inglaterra, Alemania, viven una calamidad, entrando en la desesperación.
Para que el negocio no se les caiga, los directivos planean distribuir el 87 por ciento de las ganancias en el mundo del fútbol, pero no queda claro si ese dinero cae en los bolsillos de equipos menores, o en las arcas de los más ricos, que tienen presupuesto para nueve vidas más.
Ya pasaron la Eurocopa para el año venidero y les dolió en el alma. Ahora deberán ver cómo definen la Champions League y la Europa League, que entraron en fases decisivas; cómo terminan los campeonatos de liga que, salvo el inglés que tampoco se salva, el resto son verdaderamente aburridos. Sin quiebres ni suspenso. De final predecible.
Buscan, de manera desesperada, jugar. Dicen que en junio, en el comienzo del verano, justo cuando comienzan a jugar los equipos «castigados», es decir, los de ligas menores y del Este por la ronda preliminar de la Champions y la Europa. Barajan superponer torneos. Jugar en estadios sin públicos. Se niegan a crear nuevos torneos.
En pocas palabras: No tienen idea de nada.
Un vaticinio que se viene a la mente de más de uno; van a terminar jugando en Emiratos Árabes o Qatar lo que resta de los torneos internacionales.
Clave, Ceferin dijo que no va a permitir jugar partidos donde «no se deje entrar a mujeres», en referencia a los estadios. Qatar tiene apertura, más por ser organizador de un mundial. Lo dejo a tu criterio.
@lostribuneros