Los números en el fútbol suelen ser relativos. Pero en circunstancias como la de este doloroso paso de Argentina por España, con su derrota por 6 a 1, toman más trascendencia. La fea media docena se convirtió en la tercera peor caída de la Selección en sus 116 años de historia.
Fue la tercera versión del 1-6 la que se produjo en el Wanda Metropolitano de Madrid. La primera había sido el llamado «desastre de Suecia», cuando por el Mundial de 1958 en suelo nórdico, por la primera fase, los dirigidos por Guillermo Stábile, que volvían a escena tras 24 años, cayeron mal ante Checoslovaquia, el 15 de junio en Helsingborg, cuando si ganaban podían clasificarse a los cuartos de final. Al regresar, los atribulados futbolistas fueron recibidos con una lluvia de monedas de los disgustados hinchas.
La segunda humillación fue más acá en el tiempo, el 1 de abril de 2009, en las eliminatorias para la Copa del Mundo de Sudáfrica. Diego Armando Maradona fue el protagonista, sentado en el banco como técnico. Cuatro días antes, había goleado a Venezuela 4-0 y quería seguir la buena senda pensando en ir al Mundial. Se enfrentó a Bolivia en la altura de La Paz, pero parecía ser favorito ante un equipo flojo. Sin embargo, y pese al empate parcial de Luis «Lucho» González, los del Altiplano se despacharon con un 6-1, que igual no les sirvió de nada, ya que al siguiente cayeron ante los venezolanos y luego quedaron afuera del máximo torneo.
La de esta tarde fue la tercera. Tal vez, con Rusia 2018 a 79 días, la más dolorosa. Que no se repita.
Diego Martín Yamus.
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