Argentina ha realizado una enorme y larga historia en el fútbol de selecciones. Dos títulos Mundiales, 14 Copas América, una Copa Confederaciones y otros tantos torneos amistosos y juveniles. Los hombres han dejado marca indeleble. Uno ni preguntaría por las mujeres. Sin embargo, ellas también gestaron su propia y larga vida con la albiceleste, pasando por antigua gloria, oscuridad y el resurgir en los últimos dos años.
El primer registro de una selección nacional femenina fue de la gloria. En aquel Mundial de México no oficial en 1971, tras caer con las locales, ese equipo sin entrenador ni botines y casi sin preparación goleó el 21 de agosto a Inglaterra 4 a 1 en un estadio Azteca colmado de 110.000 personas, que vieron la proeza de la delantera Elba Selva, autora de los cuatro goles. El equipo fue barrido luego por Dinamarca e Italia pero terminó cuarto, aunque sin recibimiento de la machista prensa. Cuentan algunas protagonistas que los hombres les gritaban un repudiable «andá a lavar los platos».
Debieron pasar 22 años para ver a las argentinas de nuevo. Porque el 3 de diciembre de 1993 se considera su primer partido oficial, un 3 a 2 amistoso sobre Chile en el estadio Santa Laura de Santiago, con goles de Liliana Baca, Gabriela Lacobellis y Silvia Meggers. Lacobellis, referente del recién creado campeonato de Primera (1991), es quien tiene el récord de goles (88) y de presencias (120). También tuvo que pasar un tiempo para el primer compromiso internacional de peso. El segundo encuentro oficial correspondió a la primera incursión en el Sudamericano clasificatorio para el Mundial. Fue el 10 de enero de 1995 en Uberlandia, Brasil, cuando goleó 5 a 1 a Ecuador con dos goles de Ochotorena, que marcaría 7 y llevaría al equipo a la final con las anfitrionas, que al caer 2 a 0 las dejó afuera de la segunda Copa de la FIFA. Lo mismo sucedió para 1998, cuando al terminar otra vez segunda de Brasil debió jugar un repechaje con México, que perdió en ambos partidos.
Fue este siglo XXI el del despegue para las albicelestes. Tras varios amistosos de poca relevancia, 2003 fue su primer año trascendente. En abril volvió a ser subcampeona sudamericana, con 7 goles de Marisol Medina y Vanina Correa en el arco para alcanzar su primer Copa del Mundo. Allá fueron las chicas de Ramón Perelli a Estados Unidos, donde el 10 de septiembre debutaron ante Japón en Columbus. La distancia entre Argentina y las grandes fue notoria: 0-6 con las niponas, 0-3 con Canadá y 1-6 con Alemania, marcando Yamila Gaitán el primer gol mundialista.
Pero 2006 trajo la primera gran alegría. Cuando parecía que las brasileñas habían casi comprado los títulos, la selección les ganó en la última fecha de ese Sudamericano de Buenos Aires. Fue el 26 de Noviembre por 2 a 0, lo que les dio no sólo elcampeonato regional sino el pase a su segundo Mundial y a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Sin embargo, la brecha con las potencias siguió, a tal punto que en el debut en China 2007, la pobre Vanina Correa sufrió 11 goles de Alemania. Japón, con un 1-0 en tiempo agregado e Inglaterra con un 6-1 lapidaron al equipo, que convirtió por Eva González. Menos cruel pero igual de débil fue la tarea olímpica, con derrotas ante Canadá 1-2 (Ludmila Manicler hizo el primer gol olímpico), 0-1 ante Suecia y 0-2 ante China.
Y la década de 2010 no trajo mejor panorama. Al contrario, Argentina fue cayendo en un agujero negro. Sólo el segundo título de su historia, en 2014 en los Juegos Suramericanos ante Chile, fue bueno. Después dos cuartos puestos en los Sudamericanos y pobres actuaciones en los Juegos Panamericanos en 2011 y 2015 precedieron a un inadmisible lapso de dos años y cuatro meses sin presentaciones. Desde el 18 de julio de 2015, cuando cayó 0-2 con Colombia en la última fecha de Toronto, hasta el 24 de octubre de 2017, cuando fue otra vez barrida por Chile en un amistoso 5-0. Era parte del desastre que era la AFA, intervenida y sin proyectos de nada. Por suerte, Carlos Borrello asumió entonces la dirección técnica y las llevó al Sudamericano de Chile en 2018. El tercer puesto alcanzado las derivó a pelear la clasificación al Mundial de Francia en repechaje con Panamá. Argentina goleó 4-0 en cancha de Arsenal y el 1-1 en Centroamérica la dejó en su tercera cita tras 12 años.
Fue la resurrección para ese grupo de talentosas que incluso tenían lugares en Europa: Barroso, Cometti, Santana, Bravo, Bonsegundo, Banini, Coronel, Jaimes, Oviedo. Ese junio de 2019 les tocaba un grupo D muy duro con los fuertes Japón e Inglaterra y Escocia. Pero las chicas dieron la más grata sorpresa: le igualaron a las niponas, subcampeonas vigentes, a cero, perdieron 0-1 con las inglesas con penal que Correa les atajó, y en el cierre aquel memorable 19 de junio, perdían 0-3 con las escocesas y en los últimos 15′ lo remontaron, y el 3-3 estuvo a punto de ponerlas en los octavos de final como mejores terceras. Justo en el año del hito de la profesionalización, las albicelestes eran centro de la prensa. El envión siguió para los Panamericanos de Lima, para los que varias referentes tuvieron un entredicho con Borrello, que excluyó a cuatro de ellas. A pesar de eso, llegaron a la final y cayeron por penales ante Colombia, colgándose la medalla de plata, su mejor actuación panamericana.
El último encuentro registrado lo disputaron el 12 de Noviembre de 2019, un amistoso 2-2 con Colombia en el complejo de Ezeiza, donde la prometedora Milagros Menéndez marcó los dos tantos. El equipo actualmente se ubica en el puesto 32 del ránking de la FIFA, según la última publicación de marzo, subiendo dos puestos. Es evidente que en 40 años, las mujeres argentinas han hecho con el fútbol algo más que esa repudiable frase que les gritaban a las heroínas del 71.
Emociónese con aquel gol del 3-3 a Escocia:
Diego Martín Yamus.
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