No es en balde que Liverpool es campeón del mundo y que es líder absoluto e invicto de la Premier League. Con todos esos pergaminos el conjunto de Jurgen Klopp esperaba en Anfield al recién ascendido Sheffield United para jugar por la jornada 21.
El partido de cierre de la fecha fue casi un monólogo entre un Liverpool dueño y señor de las acciones y un Sheffield que fue a perder con dignidad.
Iban apenas cuatro minutos de partido cuando el egipcio Mohamed Salah puso el primer tanto de la puja y dejó así condicionado el encuentro.
En líneas generales los locales con Salah, Firmino y Mané adelante empujaron e hicieron que el esquema defensivo de los de Chris Wilder se active y evite así una hecatombe.
Sheffield sacó tibios contragolpes y apenas en una ocasión sobre el final la tuvo para poner el descuento pero le pegaron tan mal a la pelota que Alisson la atrapó; Mané antes había rematado el encuentro al anotar el 2-0.
Una de las curiosidades fue una pelota que se estrelló en el poste del arquero Henderson, de notable actuación, pero cuando parecía que se metía y que era gol, ésta decidió volar por sobre la línea y el arquero la terminó encontrando.
Liverpool con un partido menos domina con 13 puntos de ventaja sobre su escolta Leicester City.
@lostribuneros