La nota que La Nación le hizo a Emiliano Sala

Días atrás, el diario argentino La Nación tuvo una entrevista con el futbolista Emiliano Sala, que se encuentra desaparecido luego de que el avión donde viajaba se precipitara a las aguas del Canal de la Mancha, en Inglaterra. Aquí la reproducimos, esperando una buena noticia.

Por Andrés Fernández.  Para LA NACIÓN.

Se lo escucha con una voz calma detrás del teléfono, en un castellano que por momentos se entremezcla con una tonada francesa: «Soy feliz con lo que tengo, vivo el día a día para después no tener que… ¿cómo se dice? … ‘regret'», no me acuerdo cómo se dice en español, je», cuenta Emiliano Sala cuando quiere explicar que no quiere arrepentirse de nada y menos de este momento que, asegura, es el mejor de su carrera.

Más allá de los fanáticos del fútbol que pueden saber quién es, son pocos los que conocen a este santafecino que se está abriendo paso en el fútbol grande del Viejo Continente. «Es bueno que me llamen -agradece-. Tal vez ahora me conozcan un poco más allá. Vengo de un pueblo de 3000 habitantes, siempre luché y me esforcé por el sueño de ser jugador de fútbol profesional». Nunca jugó en el fútbol argentino y está a punto de transformarse en el nuevo atacante de Cardiff, equipo que milita en la Premier League, por una cifra aproximada a los 22 millones de euros, la compra más cara de la historia del club de Gales y el pase de mayor valor para un argentino en el actual invierno europeo.

Sala tiene 28 años, es oriundo de Progreso, provincia de Santa Fe, un pueblo ubicado a 539 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Todavía es jugador del Nantes de Francia y está a dos tantos de Kylian Mbappé y a uno de Nicolás Pepé, en la tabla de goleadores de la Liga 1, un fútbol al que lo considera muy físico, de mucho contacto y en el que no hay muchos espacios. Aclara que, al ver esos números, no se puede comparar el equipo en el que juega el joven campeón del mundo con el equipo donde está él.

Llegar a donde está no le resultó fácil. Todo comenzó desde pequeño en el club San Martín de Progreso, donde tuvo como prioridad jugar al fútbol. Se la pasaba todo el día pateando la pelota en el campito con los amigos, según cuenta su hermano menor, Darío. Y califica a Emiliano como una gran persona, que siempre está pendiente de todo lo que pasa en la familia, más allá de la distancia. Allí, en Santa Fe, sus entrenadores cuentan que era uno más y que no se trataba de un jugador técnico, pero que sí sobresalía por su potencial, su velocidad y su constancia.

«Cuando le corregía algo agachaba la cabeza y hacía puchero; era chinchudo», relata Diego Solís, su primer entrenador. Joaquín Carestia, amigo de la infancia y excompañero de equipo de Sala, cuenta que cuando «el Emi» entraba a una cancha de fútbol, se transformaba. «Hacía más de 25 goles por año», explica. Con 14 años jugó en la reserva del club, una edad anticipada para desempeñarse en esa categoría, pero este delantero se animaba a todo y en una final con el cuadro de su pueblo convirtió tres goles.

A los 15 años fue visto por el Proyecto Crecer, de la localidad de San Francisco, en Córdoba que desde el año 2003 es filial del Club Girondins Bordeaux, de Francia. Como desde el club le vieron mucho potencial fue incorporado a la pensión y allí arrancó su formación. «Siempre fue un chico tranquilo, respetuoso y de bajo perfil», narra Guillermo Di Meola que es el encargado del Proyecto Crecer.

A los 20 años llegó el momento que él más esperó, el de firmar contrato con el FC Girondins Bordeaux, pero antes de que se concrete su llegada, fue todo cuesta arriba: «No fue nada fácil, de los 15 a los 20 viajaba todos los años a hacer períodos de adaptación, venía a Francia, estaba tres meses, pero volvía a Argentina. Casi al final de esos cinco años me pregunté en varias ocasiones si realmente era lo que quería, o tenía que rever lo de ponerme a estudiar alguna carrera. Me hice esa pregunta varias veces y lo hablé con mi familia que siempre me apoyó en todo».

En sus comienzos en el fútbol francés, jugó en Orleans, de tercera división, donde hizo una gran temporada. Luego pasó a Niort, de segunda. Allí también lo recuerdan muy bien por sus goles. Más tarde regresó a Girondins. Como no tuvo la suficiente continuidad volvió a mudarse, a Caen. Pasó 6 meses y consiguió mantener al equipo en la Liga 1. Del recorrido por todos esos equipos destaca que fueron hermosas experiencias. Hace tres años apareció el Nantes, que le propuso un contrato de 5 años y es el club que lo llevó a ser conocido en Francia. Y una primera rueda a puro gol en Le Championnat, lo puso en la vidriera de las mejores ligas del planeta. Desde la Premier League ya lo contactaron para sumarse al Cardiff.

El bosnio Vahid Halilhodzic, actual director técnico de Nantes, fue delantero, goleador y referente del club en los años 80. Hace un mes atrás, en una conferencia de prensa, había dado su parecer sobre Sala como persona, como jugador y ante una posible salida del equipo dijo: «Es un chico adorable, y para trabajar es excepcional, es un placer. Nos gustaría que se quede porque todavía queremos disfrutar de él». En la rueda de prensa del día de hoy que es la previa al partido del domingo en el que Nantes visitará a Angers, Halilhodzic confesó que recibió un mensaje del presidente del club en el que le informaba que Sala se iría del equipo. De todos modos, quieren que esté presente en este último partido, a modo de despedida del conjunto francés.

Hace rato que su nombre dejó de ser una sorpresa en Francia. Antoine Maumont, periodista del diario L’Equipe que cubre habitualmente las actividades de Nantes, manifestó: «Se lo distingue como un delantero que no solo convierte goles, sino que también asiste, genera espacios para hacer jugar a los compañeros… No para, no para… cómo le dicen ustedes los argentinos: tiene mucha garra».

La adaptación al cambio de país, de costumbres y de idioma siendo muy chico y yendo solo, fue muy compleja. Apenas llegó a Francia, el club Girondins le puso a disposición una profesora para que rápidamente aprenda la lengua y luego de un tiempo todo fue acomodándose de manera gradual. Hoy es un ciudadano más y está muy a gusto.

Más allá de sus 28 años y de estar en la plenitud de su carrera, Sala vería con buenos ojos jugar en algún equipo de la Argentina. «Me gustaría, es una deuda. Me vine a Francia a los 20 años y no pude disfrutar la pasión con la que vivimos nuestro fútbol; a lo mejor el día de mañana pueda ser una posibilidad».

Sigue la Superliga, pero por los cambios de horario, a veces se le complica ver los partidos: «Mi hermano me mantiene al tanto porque me gusta», expresa Sala, que es simpatizante de Independiente. «Hace poco hice un gol y lo festejé con el bailecito que hace Leandro Fernández», recuerda.

Cada vez que un jugador argentino brilla en alguna liga fuerte del mundo la lupa de los entrenadores de la selección siempre está puesta en ellos. Sala es uno de esos casos, ya que está pasando por el mejor momento de su carrera y su pase al fútbol inglés (un certamen de mayor jerarquía) puede ser otra de las muestras de que merece una oportunidad para ser convocado. Al ser consultado sobre la posibilidad de integrar el equipo nacional algún día, manifestó: «Sería un sueño, pero no es una obsesión. Soy consciente de la calidad y la cantidad de jugadores que juegan en mi puesto. Si aparece un llamado, bienvenido sea».

La mayor parte de la prensa está de acuerdo en que es uno de los mejores delanteros de la liga francesa en esta temporada. Para los franceses es una sorpresa que no acompañe a Messi en la selección. Antoine Maumont lo confirma: «Nos preguntamos por qué no lo convocan». Y agrega: «Tiene nivel para jugar en cualquier selección». Sala, quien tiene la ciudadanía italiana, no descarta competir para las selecciones de Francia o Italia en caso de que reciba el llamado para una convocatoria. Quiere jugar para la Argentina, pero si la oportunidad no se presenta, pensará en otras chances: «Si me llaman de alguno de esos seleccionados, lo analizaré», sostuvo.

Ya son ocho los años en Francia, pero no se siente del todo europeo. Cada vez que tiene vacaciones aprovecha para ir a Progreso: «Si tuviese más tiempo, lo usaría siempre para volver allá», manifiesta el joven a quien su entorno lo considera como humilde, callado y tímido.

Dice que disfruta de la compañía de su familia, comer asados con sus amigos y aprovechar la tranquilidad del pueblo. Que le dolió tener que resignar todo eso cuando fue necesario buscar el crecimiento profesional. Y aunque la vida francesa le haya robado algunas palabras, jamás se olvidará de sus raíces.

Un documental de la TV de Francia

El mes pasado un equipo de la televisión francesa viajó a la localidad de Progreso para conocer el lugar de donde proviene el delantero sensación de Le Championnat. Hizo un recorrido por el club donde nació y además charló con amigos y familiares. También visitaron el Proyecto Crecer, el Club de San Francisco, donde empezó a gestarse la carrera de Emiliano Sala.

Diego Martín Yamus.
diegoanita@hotmail.com.ar

@lostribuneros

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