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Holanda logró su pasaje anticipado a los octavos de final del Mundial de Brasil, luego de vencer, con mucho esfuerzo a una Australia que no supo rematarlos. Se jugó en el Beira Río, válido por el Grupo B.
La fresca tarde de Porto Alegre favoreció tanto a holandeses como a australianos para que en el estadio Beira Río den un excelente espectáculo, plagado de goles y grandes definiciones.
El juego comenzó muy ajustado, con una Holanda que era presionada en el mediocampo y no podía desplegar su juego ofensivo y goleador; los canguros, les robaron la pelota y el enchufe porque la Naranja Mecánica no lograba encenderse.
Los socceroos no se amedrentaban con los tulipanes, poco les importó que éstos le hayan marcado un histórico 5-1 al vigente campeón, y fueron al frente.
Dicen que el zorro pierde el pelo pero no las mañas, por eso, el gran Arjen Robben tuvo una oportunidad a los 20′ y no perdonó: 1-0 Holanda.
La Naranja Mecánica gozaba del tanto conquistado y le tocó a los canguros sacar del medio, dieron algunos toques, pasó menos de un minuto y ¡go-la-zo! de Cahill, uno de los más bonitos del mundial: 1-1.
El rápido empate del equipo asiático por adopción, pero oceánico por ubicación, los agrandó sobremanera y logró arrinconar a una Holanda que no jugaba mal, pero no podía desplegar su potencial.
Para peor, el goleador canguro Cahill le propinó una falta tan fuerte sobre Martins Indi, que este perdió el conocimiento y fue reemplazado a los 45’+3. Cahill fue el agresor y ligó solo una amarilla.
Para el complemento Australia entró con actitud, mientras que su rival no pegaba una, la pelota estaba en poder suyo y gracias a eso hubo un penal a su favor a los 54′, y Jedinak no perdonó, los socceroos lo dieron vuelta.
El dominio canguro era superlativo y el tercero estaba por llegar, Van Gaal metió mano en el equipo, y eso surtió efecto: Van Persie lo empató 2-2.
Pese al equilibrio en el marcador, los australianos estaban por lograr el tercero, hicieron una gran jugada por la izquierda pero en lugar de rematar y festejar, hubo un centro atrás, remate de pecho, sí de pecho, que fue detenido por Cillessen que sacó rápido, Depay la recibió muy lejos de área y sacó un zapatazo: GOLAZO.
Tras el 3-2 neerlandés el juego pasó a ser jugado cómodamente por una Holanda, que ahora sí se conectó.
Los tulipanes clasificaron, mientras que los canguros se despidieron, a falta de una jornada.
Holanda jugará con Chile.
@lostribuneros
