20 añitos y mil batallas. Juliana Gómez había arrancado en el proyecto de fútbol femenino ni bien la AFA creó la Primera C en el año 2019. Como tantas chicas amantes del fútbol «Yuli» se sumó a Argentino de Merlo que estaba dando oportunidades a juveniles mirando al presente y con la intención de proyectarse a futuro.
Alta, de excelente físico y con una garra de aquellas, la futbolista comenzó a ganar espacio en el equipo yendo de menos a manos, subiendo las escaleras hasta la primera.
Yuli pasó por muchos puestos del campo de juego, pero cuando debió jugar en la defensa dejó su huella y recuerdos, uno de ellos fue aquel partido amistoso jugado en una de las canchas del polideportivo de Argentino contra Atlas, que le valió que la bauticen «La Diosa».
«Al ser alta Yuli fue a cabecear una pelota pero con tanta poca fortuna que la adversaria, de menor estatura, chocó la cabeza contra su frente». Acto seguido fue llevada al sanatorio por una ambulancia. Su vida no corría peligro, pero su frente sí porque le iba a quedar la «marca de guerra», nos relata Marcelinho.
Esa marca de guerra era una cicatriz entre las cejas similares a las que utilizan las mujeres en India. El «Bindi» es una marca que expresa sabiduría, por eso el apodo «La Diosa».
Retornaba a casa desde la ciudad de Rafaela junto a un hombre de 75 años que manejaba el auto que las transportaba luego del encuentro ante la Crema por la Primera C, junto a otras tres compañeras más. No se conocen las causas, pero el chofer perdió el control del vehículo y la vida de Juliana se apagó con apenas 20 años.
El dolor que deja esta infame muerte en un desgraciado hecho EVITABLE. El dolor de sus padres, hermanos, compañeras, y demás seres amados no tiene punto de comparación ni palabra o acción que pueda paliarlo.
«Era aguerrida y vehemente. Sencilla y de bien humor», la describe Marcelinho fotógrafo especializado en ascenso femenino y encargado de prensa del femenino de Deportivo Español.
«Trabó una pelota con la cabeza contra mi equipo Deportivo Español y me grita de adentro de la cancha -ah, ¡yo voy con todo!». Me reí y respondí: «Nah, si no me di cuenta», narra entre lágrimas nuestro colega que prosiguió su relato: «Al recibirla en el España le hice una reverecia: Diosa, decime que número sale en la quiniela que ando re pato. Ella se reía y respondió «Sacá muchas fotos y después te concedo el deseo».
Juliana a partir de este hecho desgraciado desnudó las negligencias existente por parte de dirigentes que en muchos casos no están preparados para manejar un club. También sirve para que AFA cambie la actitud porque el «Chiqui» Tapia se saca mucho cartel con la igualdad pero parece ser una igualdad de cartón porque parte de la paridad entre géneros, debería ser la ayuda a clubes pobres para que de alguna manera puedan asegurar ómnibus para viajes de media y larga distancia. Sencillo es habilitar equipos de Mendoza, San Luis, Rafaela y Córdoba para la «C», pero de soluciones, nada.
«Diosa, guianos. Dale fuerza a tus viejos que están destrozados como el resto de tus seres amados. Ayudá a que esto que te pasó a vos no le suceda a ninguna chica, nunca más», concluyó entre sollozos Marcelinho.