Del infierno al limbo por ahora, pero porqué no: el cielo. El hecho es que el modesto Colón fecha a fecha da qué hablar, solo que esta vez, para bien.
El año pasado Colón era noticia y superaba en atención a los populares Boca y River, porque el club estaba en el centro del infierno. Sus jugadores que no se presentaron a jugar un partido porque no cobraban hacía meses, un presidente que fue obligado a renunciar, tras cartón, la FIFA les restó puntos por una transacción mal hecha, en fin.
2014 parece que es un buen número para los Negros, o más bien, año nuevo vida nueva, porque de la mano de Diego Osella le cambió la cara al equipo, le elevó la autoestima al equipo y armó una defensa de temer.
Los sabaleros arrancaron goleados por Racing y daba para creer que iban a ser los más fáciles del Torneo Final y que era inminente que se iban a la B, pero no fue así. La defensa es impecable, todos están atentos y van con alma y vida a cada pelota. Su fútbol del medio para adelante no es vistoso y le falta profundidad, defecto a corregir que si lo llega a lograr Osella, el elenco santafesino estará entre los primeros al finalizar la temporada.
Marcelinho Witteczeck
@lostribuneros