La agonía del «Dragón», ganaron con lo justo gracias a un milagro y un VAR polémico

El duelo por la Europa League entre el FC Porto y el Estrella Roja de Belgrado no fue un simple cruce de fase de grupos; fue un choque entre dos Campeones de Europa que, aunque ahora en la segunda línea continental, representaban la historia grande. Lejos del brillo de antaño, el partido en el Estadio do Dragão fue una lección de eficiencia agónica para los portugueses, quienes debieron recurrir a un gol al límite del tiempo y a una polémica arbitral para asegurar su liderato.

Porto, doble campeón de la Copa de Europa/Champions League, se llevó una victoria más sufrida de lo esperado (2-1) ante un aguerrido Estrella Roja, el recordado campeón de 1991. El guion fue claro: dominio absoluto del Porto (65% de posesión) contra la garra y el contragolpe quirúrgico del equipo serbio. Pero en el fútbol, el control no siempre se traduce en tranquilidad.

La Peligrosa Comodidad y el Despertar Serbio 🇸🇪

El Porto se adelantó gracias a Vasilije Kostov (17′), quien capitalizó el control inicial. Con la ventaja, el equipo portugués cayó en la peligrosa complacencia que solo la UEFA Europa League puede castigar.

El castigo llegó en el minuto 72 con el gol de Aleksandar Katai, un tanto que premió la fe y la actitud del equipo serbio. El Porto, que manejaba la pelota con tedio, se encontró de golpe con el empate y la urgencia.

El VAR: La Causa de la Ira Serbia 🚨

El punto de inflexión, y principal polémica del partido, ocurrió en el minuto 65. El Estrella Roja logró anotar un gol que habría cambiado el rumbo definitivo del encuentro, pero fue anulado por fuera de juego a instancias del árbitro inglés Anthony Taylor.

Esta decisión, calificada de «controvertida» por la propia UEFA, fue el detonante de la frustración serbia. El ajustado margen dejó la sensación de que el gol fue anulado por poco, alimentando el sentimiento de injusticia en Belgrado.

El Héroe Agónico y el Sustituto de Mármol

Cuando todo apuntaba al reparto de puntos, apareció el factor decisivo: Rodrigo Mora. El delantero, que momentos antes (minuto 75) había encendido las alarmas en la afición por una leve lesión, se sobrepuso y anotó el gol de la victoria en el minuto 89.

La victoria, aunque celebrada con alivio por los hinchas (quienes ahora cruzan los dedos por la salud de Mora), demuestra que este Porto deberá mejorar su contundencia. Tanta posesión (65%) con solo 8 remates al arco es una estadística que invita a la reflexión, no a la euforia.


Consecuencias del Grupo G

El Porto cumple con su deber, aunque con taquicardia, y se consolida como líder invicto del Grupo G con 6 puntos. Su próximo reto, a priori más asequible, será el Viktoria Plzeň.

El Estrella Roja se queda con un sabor agridulce en la tercera posición con 3 puntos. Si bien la derrota duele, el haber competido de igual a igual en el Dragão y haber generado la polémica del gol anulado les da un impulso moral de cara a su próximo cruce contra el Braga.

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