El ómnibus estaba fuera de control; fallaron los frenos; la caja de cambios se rompió e iban directo al vacío; la pericia del conductor y las medidas de seguridad de la autopista les salvaron la vida.
«Nos abrazamos todos en el micro esperando un final trágico», dijo Fernando Salces, coordinador de fútbol de Huracán. Por poco no estamos hablando de una tragedia.
Lo vivido el día miércoles por la delegación del Globo fue tremendo. Un bus fuera de control en una autopista llena de curvas; caída segura al vacío; una rampa de seguridad que les sirvió para amortiguar al vehículo que iba a más de 120 km/h., sin frenos; pura bajada.
17 kilómetros peligrosos en zona montañosa llena de precipicios. «En un momento sentimos que el micro se planchó». Relataba Martín Nervo a Radio Rivadavia, que además, dio detalles «El jefe de seguridad del plantel, que estaba al lado de chofer, nos llevó a todos para la parte de atrás del micro porque se había quedado sin frenos».
Fernando Salces, el coordinador del equipo sumó su versión: «Nos abrazamos por un minuto, pensando contra qué íbamos a chocar o si íbamos a caernos al precipicio. Esperábamos un final trágico. Fue terrible. Al volcar estallaron los vidrios y un asiento y un vidrio le cayeron encima a Toranzo», contó a Fox Sports. «Toranzo estaba tranquilo, frío. Me dijo que no quería perder su carrera».
El capitán Nervo proporcionó más detalles sobre la abrupta salida de la autopista a la rampa de seguridad: «Cuando la agarramos, volamos para cualquier lado, con la misma velocidad subimos y empezamos a bajar. Te ibas al precipicio que estaba detrás. Pudimos chocar contra la montaña, estuvimos a punto de caernos al precipicio», relató.
«Nos asustamos cuando empezó a caer nafta, pensamos que iba a explotar. Este fue un momento también desesperante», contó el Wanchope Ábila, mientras que el capitán Martín Nervo remató «La sacamos barata».
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