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Harto de no percibir su salario el goleador Keirrison se negó a jugar un partido clave para su equipo, que podría perder la categoría en el fútbol brasileño. Líos y otros yerbas podrían llevar al popular «Coxa» a la Serie B.
El fútbol brasileño cuenta con varios clubes que atraviesan serios problemas económicos, y el Coritiba no es la excepción. Keirrison, goleador del equipo, cansado de no cobrar su sueldo, decidió no jugar ante Figueirense.
Un partido clave tuvo Coritiba el sábado por el campeonato brasileño ante el Figueirense, en casa, dónde apenas empató y sigue comprometido seriamente con el descenso.
La noticia no fue el empate, sino la confesión de su delantero goleador Keirrison «Pedí para no jugar», afirmó.
Cuatro meses de sueldo le debe el club, y como si esto fuese poco, el propio atacante debió costearse los gastos de una operación, producto de una lesión.
«Estoy tomando esta decisión como atleta para defender al gremio y haré valer mis derechos», enfatizó.
Coritiba había tenido un notorio repunte y hasta había logrado salir de la zona de descenso, pero decayó y está cada vez peor. Keirrison exteriorizó la lucha interna entre jugadores y directiva.
@lostribuneros
